El Liverpool se convirtió en el primer finalista de la FA Cup de la temporada 2021/2022 después de superar al Manchester City en un partido trepidante y en el que los de Jürgen Klopp acabaran pidiendo la hora después de desaprovechar una amplia ventaja en el marcador obtenida en la primera parte.
Las obligaciones europeas de uno y otro equipo, y el margen obtenido por los reds en su eliminatoria contra el Benfica, motivó que el Liverpool saliera a Wembley con la alineación de gala, mientras que los citizens se veían obligados a rotar debido a la exigencia de su partido frente al Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano.
De hecho, el partido se le puso de cara muy pronto al conjunto de Merseyside, que a los ocho minutos de encuentro ya ganaba gracias a un certero remate de cabeza de Ibrahima Konate a centro de Andrew Robertson en un saque de esquina que demostraba que el Liverpool había salido al césped mucho más enchufado que el vigente campeón de la Premier.
Sin embargo, lo más llamativo del partido ocurriría minutos después. Zackary Steffen, portero norteamericano que en la semifinal de la FA Cup ocupó, desde el inicio, la portería del Manchester City, cometió un grosero error a la hora de controlar el balón con el marcador en contra.
Un sencillo pase atrás de John Stones hacia su portero poco después de superar el cuarto de hora de juego fue suficiente para que Mané, que se encontraba presionando al zaguero inglés, aumentara la intensidad de su carrera y fuera, con una fe inquebrantable, a encimar al meta estadounidense.
Steffen se tomó más tiempo del debido y, después de colocarse el balón más lejos de lo previsto, Mané se lanzó al suelo con todo. El atacante senegalés rebañó el balón que, tras golpear en la pierna del propio portero del Manchester City, se introdujo en la portería citizen.
Ni siquiera se habían cumplido 20 minutos de partido y el Liverpool ya ganaba por dos goles de ventaja. Además, había dinamitado la moral del portero rival, que permaneció el resto del partido en el centro de todas las miradas cada vez que la pelota llegaba a su poder.
La situación se le complicaría aún más al equipo de Pep Guardiola antes del descanso. Una triangulación en la frontal del área entre Luis Díaz, Thiago Alcántara y Trent Alexander-Arnold la culminaba, con una volea sublime, Sadio Mané al primer toque para poner el 0-3 en el marcador y poner más tierra de por medio entre los dos mejores equipos de la Premier.
El descanso pareció influir negativamente, sin embargo, al Liverpool. La relajación provocada por una amplia ventaja en el marcador motivó que el Manchester City, obligado a lanzarse al ataque, volcara el terreno de juego hacia la portería defendida por Alisson Becker.
De hecho, el conjunto de Pep Guardiola apenas tardó un minuto tras la reanudación en anotar el primer gol. Un preciso pase filtrado por Fernandinho hacia Gabriel Jesus a la espalda de la defensa red acabó con un recorte del ariete brasileñó, que cedió el balón en ventaja para Jack Grealish. El ex del Aston Villa tan sólo tuvo que empujar la pelota al fondo de la portería. El partido estaba 1-3 y quedaba toda la segunda parte por delante.
A pesar del gol que servía para recortar diferencias, el prodigioso partido fimado por Virgil van Dijk, entre otros asuntos, motivó que en la segunda parte el Manchester City no gozara de demasiadas ocasiones y llegara a los minutos finales necesitando dos dianas para empatar el partido.
Pero los citizens no se dieron por vencidos en ningún momento. Cuando se cumplían los 90 minutos reglametarios, Riyad Mahrez recogía el balón en la banda derecha, se internaba en el área y trataba de superar a Alisson, aunque sin ángulo.
El balón, rebotado, le cayó a Bernardo Silva en el segundo palo. El futbolista portugués, al igual que Grealish al comienzo de la segunda parte, tan sólo tuvo que empujar el esférico al fondo de las mallas para poner el 2-3 e instaurar el nerviosismo en el lado rojo de Wembley.
De hecho, un minuto después, y fruto de una agresiva presión por parte del Manchester City, Fernandinho dispuso de una clara ocasión para poner el empate en el marcador. El centrocampista brasileño logró conectar una violenta volea en el interior del área, pero la defensa visitante despejó y pudo, finalmente, celebrar el pase a la final.
Con el triunfo sobre el Manchester City, Jürgen Klopp se convirtió en el técnico que más veces ha conseguido derrotar a Pep Guardiola (10) y su equipo, el Liverpool, sigue vivo en todas las competiciones que disputa: tras ganar la Carabao Cup de la presente temporada, los reds marchan segundos en la Premier, a un punto del Manchester City; en semifinales de la Champions League; y en la final de la FA Cup.