Kelvin Gastelum aprendió una lección invaluable de su derrota por decisión unánime ante Robert Whittaker en abril.
"Siento que si realmente hubiera planeado un plan de juego, en lugar de salir allí y luchar por puro instinto, entonces tal vez la pelea habría ido de una manera diferente", dice Gastelum a DAZN News.
"Sólo salí allí y traté de pelear por puro instinto sólo porque no teníamos mucho tiempo para prepararnos, pero estábamos seguros de tomar la pelea porque nos habíamos preparado para él en el pasado". Gastelum se refiere a la pelea de febrero de 2019 contra Whittaker para la que entrenó aproximadamente 13 semanas sólo para que este último se retirara debido a una cirugía de emergencia. Eso es en comparación con la sustitución de Paulo Costa con tres semanas de antelación para luchar contra Whittaker hace cuatro meses.
Pero esa dolorosa derrota, la cuarta de Gastelum en sus últimos cinco combates, le permitió dar un paso atrás, desenredar y analizar sus malos hábitos. A través de esa introspección, Gastelum desenterró su mayor defecto como luchador.
"Peleo mucho por instinto", dice Gastelum sin tapujos. "Realmente no salgo con un plan de juego".
Eso es precisamente lo que el púgil de 29 años decidió afinar y cambiar activamente en la preparación para enfrentarse a Jared Cannonier en el evento principal de UFC Fight Night el sábado en el UFC Apex de Las Vegas.
"Para esta pelea quería tener objetivos claros sobre lo que queremos hacer, lo que queremos lograr", aborda Gastelum con asertividad. "Tuvimos que estructurarlo de manera que todo el mundo esté involucrado, todo el mundo está en la misma página y este fue, de lejos, el mejor campamento".
Ese campamento se vio reforzado por el hecho de que Gastelum se entrenó con el ex doble campeón de la UFC Henry Cejudo, como explicó el miércoles a los medios de comunicación.
Dicho esto, de cara a la vigésima entrada en el octógono de su carrera en la UFC, Gastelum promete que va a lucir la mejor versión de sí mismo que los aficionados a las MMA hayan visto jamás.
Y eso es cortesía de un aumento de la comunicación en el campamento.
"La comunicación entre mis entrenadores y yo ha sido muy intensa, con muchos comentarios antes y después de los entrenamientos", afirma Gastelum. "La comunicación fue clave para que todo el mundo estuviera en la misma página, para que todo el mundo estuviera alineado con los objetivos que queremos hacer y con las metas que queremos alcanzar a lo largo del campamento".
"Fue probablemente uno de los mejores campamentos que he tenido en mi vida", añade. "Nadie ha luchado con esta versión de mí mismo en la UFC hasta ahora y estoy emocionado por mostrarla".
Puede que tenga que hacerlo, teniendo en cuenta que Cannonier es el peso medio número 3 del ranking, el noveno. Cannonier, de 37 años, también viene de una derrota por decisión unánime ante Whittaker, pero antes de eso encadenó tres victorias consecutivas.
Una victoria impactante sobre Cannonier lanzaría a Gastelum a una trayectoria ascendente
"Creo que me pone justo donde estaba: en una misión", dice.
"#OnAmission4Gold es más bien un mantra", continúa Gastelum sobre el hashtag que dirige su epicentro de lucha. "Es algo por lo que vivo. Es una cita que le robé a Vince Lombardi".
Siendo esa cita de Lombardi: "Señores, perseguiremos la perfección, y la perseguiremos sin descanso, sabiendo todo el tiempo que nunca podremos alcanzarla. Pero en el camino, alcanzaremos la excelencia".
Gastelum fue bastante excelente en su derrota por decisión unánime ante Israel Adesanya. Hasta el día de hoy, ningún peso medio ha llevado al campeón de la división a sus límites como lo hizo Gastelum en abril de 2019.
"Poniendo todas esas experiencias juntas -lo bueno, lo malo-", dice Gastelum, "sentimos que estamos llegando a un nuevo paso en mi carrera y estoy emocionado de mostrarlo".