Dani Pedrosa está de vuelta en MotoGP y sus sensaciones en este regreso como wild card de KTM en el GP de Estiria en Austria no pueden ser mejores.
El español ha sido la mejor KTM del fin de semana y, aunque no ha podido clasificarse a la Q2 y saldrá en 14ª posición en la carrera, está dejando un gran sabor de boca.
Los aficionados de MotoGP vuelven a rugir de la mano de uno de los pilotos a los que más cariño tiene y se lo está demostrando con aplausos en cada curva.
A sus 35 años, confiesa estar disfrutando, pero también está sufriendo con los cambios implementados desde que se retirara en 2018. "Ha sido una pena hoy. Ha estado bastante justo. Está todo tan apretado que un error aquí o allá te condiciona", dice en declaraciones exclusivas para DAZN.
"Hemos intentado probarnos a ver si podíamos estar cerca para quitarnos un poco de problemas en salida y tener que adelantar menos. Pero estamos aquí para eso. He conseguido obtener lo que quería el fin de semana. He visto por dónde van los tiros respecto a nuestra moto y quizá mañana en carrera podemos ver algo más. Dependerá de si llueve o no", continúa.
"Ha sido diferente volver. Antes entrenabas, competías y al final ponías neumáticos. Ahora hay que preocuparse desde el principio por el neumático. Desde la televisión es más divertido...", explica.
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Pero la gran bomba llegaba justo al final. Sobre la posibilidad de un posible regreso a MotoGP, Pedrosa se queda totalmente bloqueado. Con cara de póker y casi sin saber qué contestar. "No digo nada", afirma con una enorme sonrisa que le delata.
Unas declaraciones que han llenado de ilusión a los aficionados al motociclismo, que ya sueñan con volver a ver a uno de sus ídolos sobre una moto de forma oficial.