Gabriel Rodrigo cerró el círculo en el Gran Premio de Italia de MotoGP disputado en Mugello consiguiendo el segundo podio de su carrera en el Mundial de Moto3, con una tercera posición que significaba mucho para él después de una complicada travesía tanto a nivel personal como dentro de la pista.
El piloto hispanoargentino llevaba sin subirse al cajón desde Barcelona 2018, y durante dos años ha estado soñando con el momento en el que volviera a hacerlo para poder dedicárselo a su hermano Juan, que falleció a principios de 2019 después de una larga batalla contra el cáncer.
De hecho, fue precisamente como homenaje a su hermano el motivo por el que Gabri Rodrigo cambió su dorsal en 2020 y eligió el 2 que actualmente luce sobre el cadenado de su moto...
“Quería hacer algo para que viniera conmigo siempre en la moto. El número 2 me une mucho a mi hermano por varias razones y estoy muy contento de llevarlo conmigo”, nos contaba Gabri en una entrevista con DAZN en año pasado.
Quizá con este contexto se entienda mucho mejor la razón por la que Gabri Rodrigo no pudo contener las lágrimas nada más llegar a la zona de entrevistas con Izaskun Ruiz. Además de haber recibido justo en aquel instante la noticia del fallecimiento de Jason Dupasquier, el piloto de Team Gresini conseguía, paradójicamente en el Gran Premio más triste del año, aquel podio con el que llevaba tanto tiempo soñando.
“Son más de dos años, pero llevo todo este tiempo queriéndoselo dedicar. Me ha costado, pero va todo para él, para Fausto [Gresini] y para Dupasquier, que me acabo de enterar también de que nos ha dejado”.
“Juan va conmigo en la moto desde hace dos años, pero va conmigo en el corazón cada día”, explicó.
Consulta la programación de DAZN España
Pero Gabri no lo ha tenido difícil solo en su vida personal. Las dos pasadas temporadas han sido muy complicadas para él también sobre la moto: en 2019 terminó el Mundial en 18ª posición y el año pasado alcanzó la 13ª tras sumar 80 puntos. Las expectativas no llegaron a cumplirse y por eso fue fundamental el apoyo de su equipo.
“Todo el equipo lo necesitaba. Se lo dedico a ellos también. Han aguantado todos mis errores y mis locuras. Me han enseñado todo lo que sé”.
“He trabajado con una psicóloga y estoy muy bien mentalmente respecto a otros años. Esto no es una meta, es un inicio y ahora tengo más hambre de conseguir más podios y una victoria”.