Marc Márquez comenzó la temporada de MotoGP de 2022 con la ilusión por las nubes después de un complicado 2021 en el que nunca pudo pelear por conseguir victorias de una manera regular. Sin embargo, un nuevo episodio de diplopía, primero, y la necesidad de volver a operarse el hombro, después, dieron al traste con las opciones del piloto catalán, que reapareció en el paddock del GP de Austria para atender a la prensa, donde se mostró optimista.
El ocho veces campeón del mundo aspira a volver a levantar el título en 2023, o al menos eso pretende. Lo primero, tal y como se ha encargado de asegurar el propio Márquez, es regresar con plenitud de garantías a la pista, por lo que huye de precipitarse para acortar los plazos.
En cualquier caso, también ha explicado que su intención es competir en alguna carrera antes de que se acabe el año, algo para lo que aún queda algo menos de media temporada y que el de Honda quiere cumplir..., con prudencia.
En la citada rueda de prensa, en la que llenó una sala entera de periodistas deseosos de conocer su estado de forma física actual, Marc Márquez respondió con sinceridad a todo tipo de cuestiones: la propia operación, su salud mental, la recuperación y el proyecto de Honda.
Sobre el estado de su hombro, el piloto nacido en Cervera recordó la importancia de pasar por el quirófano para volver a elevar el nivel y ser un rival de los pilotos que ocupan la zona noble de la clasificación, algo para lo que era necesario sacrificar la temporada de 2022.
"La decisión era importante tomarla, porque era tomarla o finalizar mi carrera. Parece que todo apunta en buenas maneras. Los doctores cuidan todos los pasos y vamos poco a poco, de manera lenta pero segura. Me siento bastante bien".
"Es cierto que es un brazo que ha sufrido cuatro operaciones y estamos trabajando para adaptarnos de la mejor manera posible. Por ahora está funcionando de manera normal, estoy haciendo unos ejercicios que antes me era imposible hacer".
Cuestionado sobre si conoce alguna fecha aproximada para volver a subirse a una MotoGP, el ocho veces campeón del mundo respondió con sinceridad y habló de una nueva prueba médica a la que será sometido y que servirá, entre otras cosas, para saber en qué punto se encuentra y cuál es el siguiente paso.
"La semana que viene me harán un diagnóstico y ahí entenderán si puedo aumentar la carga y los pesos. En ese momento, cuando pueda subir los pesos y subir por primera vez en una moto, entenderé si es suficiente o no. Cada semana voy aumentando la carga de trabajo y el brazo me responde bien".
Asimismo, Marc Márquez habló de la fortaleza mental mostrada para entrar de nuevo en el quirófano y, tras unos meses hartamente complicados en los que sufrió diversas lesiones, perderse otra temporada en la categoría reina que tanto ha dominado.
"A nivel mental, el peor momento fue antes de adoptar la decisión de someterme a la operación. Estaba compitiendo, después empecé a sentir algunas dudas y no sabía si era el brazo o cosa de la moto. Traté de seguir mi instinto y las sensaciones que tenía en el cuerpo y entendí que había llegado el momento".
"Una vez adoptada la decisión, a nivel mental, todo iba bien porque me sentía optimista. Siempre tengo dudas, incluso ahora, de qué tal va a ir, porque ahora parece que va bien pero cuando pilote la moto de MotoGP entenderé de inmediato si está bien o no".