El 19 de julio de 2020 será siempre una fecha marcada en la carrera de Marc Márquez. El piloto español sufrió una dura caída en el circuito de Jerez, que albergaba la segunda prueba del Mundial de MotoGP de ese año, atípico por la pandemia de COVID-19, y se fracturó el húmero de su brazo derecho.
Cuatro días después de la operación, el '93' quiso volver a subirse a la moto, lo que provocó que la placa de titanio que le habían implantado en el hombro se rompiera y tuviera que perderse tanto el resto de la temporada como las dos primeras carreras de la siguiente.
Pero no sólo fue eso, sino que conllevó una serie de consecuencias que le han hecho pasar por el quirófano hasta en cuatro ocasiones. Ahora, viéndolo con perspectiva, Márquez asegura en una entrevista con la revista GQ, que podría haber hecho las cosas de forma distinta.
"Lo de Jerez ocurrió por culpa de mi mentalidad y mi ambición, pero todo lo que logré de 2013 a 2020 lo conseguí también por esa mentalidad y esa ambición, así que si coges los 10 años en conjunto, la balanza está equilibrada", explica Marc.
Tras un 2021 complicado, pero en el que volvió a recuperar ciertas sensaciones y en el que logró tres victorias, el de Cervera afrontó 2022 con la intención de volver a pelear por el título. Sin embargo, no todo fue como esperaba y después de la carrera en Mugello, anunció que volvería a someterse a una operación para terminar de arreglar todos esos problemas en el brazo.
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Parecía que la temporada se había acabado para él, pero en Aragón sorprendió y aunque no pudo ganar ninguna carrera -sí quedó segundo en Australia-, demostró que había vuelto para quedarse. "Yo ya sabía que tendría dificultades, intuía que sufriría limitaciones, pero mi objetivo era volver a luchar por el Mundial", reconoce.
"Honestamente, no sé ni cómo hice para ganar tres carreras en 2021, pero todavía me explico menos cómo pude hacer quintos puestos o hasta un cuarto en Jerez al principio de la temporada 2022. Porque no tenía la cabeza en la competición, ni la cabeza ni el físico", desvela.
"Hay un momento de la temporada, cuando llegan los grandes premios de Portimao y Jerez, que desactivo la cabeza y digo que no puedo más".
"Y es ahí cuando acudo, justo antes de Portimao, a mis doctores de Madrid y les digo: 'Aquí pasa algo en este brazo, porque voy para atrás. Me estoy machacando en el gimnasio, me estoy machacando en el fisio todos los días, pero esto está yendo hacia atrás, y cada vez voy peor, y cada vez hay más dolores'. Es ahí cuando realmente empiezan a evaluarlo todo y ven que hay 34 grados de rotación en el húmero".
Marc Márquez y su sincera confesión al doctor: "Soy un animal salvaje al que tienes dentro de una jaula"
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¿Cómo se gestionó la cuarta operación de Marc Márquez? Así lo cuenta el '93'.
"El jueves del Gran Premio de Mugello estaba ya preparado para competir cuando me llamaron [de la Clínica Mayo] y me dijeron: 'Oye, bájate de la moto, que hemos confirmado que tienes 34 grados de rotación y eso es inhumano, no sé qué estás haciendo con el brazo, pero es demasiado'. Siempre me habían dicho que más de 20 grados era ya una exageración y había 34", explica.
"Pensándolo ahora, digo: 'Hostia, estás yendo a 350 km/h con la cabeza en otro sitio, con la cabeza en que la siguiente semana ya te vas a operar…".
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"Me quedé mirando al doctor y le dije: 'Mira, yo soy un animal salvaje al que tienes ahora mismo dentro de una jaula. Cuando la abras, voy a salir corriendo, así que ábrela sólo cuando me veas listo, cuando sepas que no va a haber riesgo".
"Se lo dije así, tal cual, y él lo entendió y me dijo: 'Pues tres meses quieto'. Se lo pedí así porque ya había vivido la experiencia de precipitarme, y si el doctor me dice que al mes o al mes y medio puedo probar la moto, sé que me voy a ir a probarla".
Marc Márquez revela el calvario sufrido con su brazo: "Ganaba y me ponía a llorar"
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"Por mi mentalidad, si sigo compitiendo es porque veo posibilidades de conseguir buenos resultados y de que el trabajo tenga una compensación. Tal y como ha ido mi carrera deportiva, competir por competir, competir para rellenar la parrilla de salida, no tiene sentido para mí. No soy así", asegura Marc Márquez en GQ.
El seis veces campeón del mundo revela que ha vivido un auténtico calvario en los dos últimos años y se llegó incluso a plantear si le compensaba seguir.
"Llegó un momento en que el sufrimiento superaba a la pasión, y me dije: 'O le pongo remedio o no compensa seguir compitiendo', porque me estaba restando mucha calidad de vida, no sólo era fracaso tras fracaso, sino también un dolor constante, y el dolor me cambiaba el carácter, ya ni siquiera sonreía".
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"Ganaba y me ponía a llorar. A mí lo que me sale cuando gano es festejar, celebrar, reír con los míos… Pues entonces me salía al revés y era a causa del dolor, del dolor que sufría constantemente en el brazo, que no podía olvidar".
Una de las personas que le aconsejó la retirada fue su propio abuelo, que sufría mucho viendo mal a su nieto.
"Mi abuelo era de los partidarios de que lo dejara, porque decía que ya tenía suficiente para vivir, él es muy directo en eso, y yo le dije: 'Abuelo, te prometo que en el húmero es la última operación, pero déjame probar, porque hay una solución y me la están dando. Déjame probarla'. Y, dicho y hecho, la probé y ha cambiado toda la película".