Marc Márquez ganó el GP Alemania de MotoGP tras una extraordinaria carrera de principio a fin en el circuito de Sachsenring.
El comienzo de Marc Márquez ya fue muy prometedor, imponiendo un gran ritmo desde el principio y ascendiendo a la primera posición segundos después del inicio de la carrera.
Con el paso de las vueltas, Marc Márquez fue afianzando su liderazgo. El piloto de Cervera no dejaba que Miguel Oliveira, su más inmediato perseguidor, se acercase más allá de un segundo de distancia.
A falta de doce vueltas, la duda estaba en saber si el físico de Marc Márquez aguantaría hasta el final. El circuito, de izquierdas, facilita relativamente su pilotaje, pero el piloto de Honda llevaba mucho tiempo sin completar tantas vueltas seguidas a un nivel tan exigente.
Oliveira logró ponerse a menos de un segundo de distancia a falta de únicamente cinco vueltas. Sin embargo, Marc Márquez reaccionó y volvió a ampliar el margen, gestión que le permitió mirar de tú a tú a la victoria 581 días después.
Las lágrimas y la emoción se desbordaron. Marc Márquez y su equipo soltaron la rabia y la tensión acumuladas. La gloria ya no era una quimera. Pasaron de soñarla a abrazarla.
Márquez volvió a emocionarse cuando atendió a los medios oficiales de MotoGP. Casi entre lágrimas, el piloto de Cervera reconocía lo especial que había sido la jornada en Sachsenring.
"Este es uno de los momentos más importantes y duros de mi carrera. Sabía que hoy tenía una gran oportunidad. Sabía que hoy era el día".