Pedro Acosta ya es historia del motociclismo. El piloto murciano logró una victoria épica en el GP del Algarve en Portimao y se proclamó campeón del mundo de Moto3 con tan sólo 17 años, el español más joven en conseguirlo.
El 'Tiburón de Mazarrón' no lo tenía fácil. Salía desde la decimocuarta posición y su gran rival por el título, Dennis Foggia, lo hacía desde la cuarta. Sin embargo, Acosta cumplió con su palabra y fue progresando poco a poco. El murciano hizo su carrera y en las primeras vueltas ya se situó entre los primeros puestos.
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El joven piloto del Red Bull KTM Ajo protagonizó un cara a cara espectacular con Foggia en las últimas vueltas de la carrera. A tres del final, Acosta se puso líder y comenzó a sacar diferencia a su inmediato perseguidor. Cuando iban a afrontar la vuelta final, Foggia volvía a ponerse por delante, pero Acosta tenía claro que no podía escaparse y continuó empujando para superarlo.
El murciano consiguió devolverle el adelantamiento en una de las últimas curvas del circuito y cuando el italiano iba a intentar cazarlo, un protagonista inesperado entraba en acción. Darryn Binder, que rodaba cuarto, vio el hueco para colarse y ponerse segundo. Sin embargo, realizó una maniobra muy peligrosa y se llevó por delante a Dennis Foggia, tirando por tierra todo el esfuerzo y trabajo de todo un año y privándonos de un duelo final con Acosta que hubiera engrandecido aún más el valor del título del murciano.
Acosta cruzó la línea de meta dando saltos de alegría y dejando unas imágenes para el recuerdo. Este título es el premio a la perseverancia, al trabajo, al sacrificio y a la lucha sin descanso de toda una familia de pescadores por el sueño de uno de los talentos más grandes que ha dado el motociclismo español en los últimos años.
Tras toda una corta, pero intensa vida dedicada a una pasión, las motos, Pedro Acosta ha conseguido su objetivo. Un trofeo histórico. Un Mundial que ha dominado de principio a fin, pero que no ha sido nada sencillo. Comenzó con cuatro podios y tres victorias consecutivas. Aunque a mitad de temporada tuvo ciertas dificultades por sus cambios físicos y de estatura, pero enseguida volvió a sacar las garras.
El último tramo de la temporada ha sido un auténtico camino de piedras para Acosta, pero ha conseguido sobreponerse a todo y tirar de orgullo para convertirse en el primer rookie que gana el título de Moto3 desde Loris Capirossi en 1990.
Aún queda una carrera, la de Valencia, en la que tratará de redondear el año con una nueva victoria, pero Pedro Acosta ya piensa en 2022. El murciano correrá en Moto2 con el Red Bull KTM Ajo tan sólo un año después de debutar en Moto3. Un nuevo y complicado reto para un piloto que quiere seguir escribiendo su nombre en la historia de este deporte.
Pedro Acosta, entre lágrimas tras ser campeón: "Esto va por todo el mundo que no ha dejado de creer en mí"
Ha sido un año precioso, pero muy difícil para Pedro Acosta, que hace tan sólo un año estaba sin equipo después de ganar la Red Bull Rokies Cup y que veía su futuro algo negro.
Tras proclamarse campeón del mundo, el murciano se rompió ante los micrófonos de DAZN con Izaskun Ruiz recordando todo lo que ha tenido que pasar este año hasta hacerse con el título.
"Me he pasado la última vuelta llorando entera. Hemos acabado lo que un día empezamos. Hace menos de un año no tenía equipo. Sólo puedo agradecer al equipo por confiar en ese niño que nunca iba a llegar", reconocía Acosta.
Era la primera vez que el piloto del Red Bull KTM Ajo mostraba sus sentiemientos de esta manera y es que reconoce que le ha costado mucho disfrutar sobre la moto.
"Antes no sentía nada. Yo sólo iba a las careras a aprender, pero no conseguía disfrutar. Hoy he disfrutado. No me he puesto nervioso nunca, al final si no ganaba, siempre aprendía", dijo.
Acosta quiso reconocer el mérito de su rival por el título, Dennis Foggia, con quien chocó la mano durante la entrevista. "Igual que me lo he merecido yo también se lo merecía Foggia, pero ha caído de nuestro lado".
Al ser preguntado sobre sus sensaciones al cruzar la línea de meta, el murciano sólo podía sentir alivio. "He pensado que había acabado un año duro. Me costaba mucho en las últimas carreras, con el peso y la estatura, acababa con muchos dolores. Acaba un año y en dos semanas empieza otro. Esto ha salido así porque ha tenido que salir, pero ha sido muy duro".
"La segunda parte de la temporada, cuando pegué el estirón en verano, me costaba mucho más por la estatura. Siempre estábamos ahí, pero no conseguíamos rematar", explicó.
El murciano quiso agradecer a su familia y a su equipo el apoyo brindado durante todo este tiempo. "Esto va por todo el mundo que no ha dejado de creer en mí. Al final si alguien tenía que creer en mí, era yo, no podía dejar que nadie me metiera cosas que no eran en la cabeza. Mi entrenador Paco, mis padres, tengo un círculo muy cerrado, esto ha ayudado bastante. Esto es para todos ellos y para KTM, que confiaron en un niño que se quedó sin equipo y que nadie creía en él. Hace menos de un año me quedé sin equipo y ellos me dieron una familia", concluyó.