Estaba siendo su fin de semana. Era su día. Tras firmar su primera 'pole position' en Moto2, todos los focos en Le Mans apuntaban a un hombre: Pedro Acosta.
Un piloto que, tras arrasar en Moto3, nunca había liderado una carrera en la categoría intermedia. Hasta el Gran Premio de Francia de MotoGP , donde por primera vez salía desde el primer puesto en parrilla.
El de Mazarrón, que carrera a carrera estaba encontrando su mejor pilotaje, salió primero y nadie lo bajó de ahí, salvo una caída.
Marchaba en cabeza, por delante de su compañero Augusto Fernández, pero se fue al suelo cuando faltaban quince vueltas. Cuando más cerca estaba de su primera victoria en Moto2.
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Su mejor clasificación, hasta Le Mans, había sido un décimo puesto, hasta cuatro veces en seis carreras. Y nunca había su nombre tan arriba en una cita mundialista tras ser campeón en Moto3.
De ahí que, en el micrófono de DAZN, Pedro Acosta fuera positivo: "Estábamos liderando. Normalmente, me caigo cuando voy 15".
Preguntado por si esto suponía un paso adelante, el murciano se limitó a reafirmarse en una idea: ya ha llegado a la pelea con los mejores. "Le estábamos poniendo las cosas difíciles a Augusto Fernández. Ya estamos ahí".