Salir bien en MotoGP puede ser clave para conseguir un buen resultado en carrera. En una temporada en la que la igualdad es una de las grandes claves de la competición, adelantar posiciones en el arranque resulta clave. Y, si no, que se lo pregunten a Pol Espargaró en el Gran Premio de Qatar.
Después de una sesión clasificatoria en la que solo pudo clasificar sexto, a pesar de quedarse a poco más de tres décimas de la primera plaza, la salida de la carrera fue la clave del podio de Espargaró. Adelantó cinco posiciones para ponerse primero en la primera curva.
Los doce primeros clasificados de la parrilla, de hecho, terminaron separados por menos de un segundo en el QP en el que Jorge Martín se hizo con la ‘pole position’ por delante de Enea Bastianini y Marc Márquez.
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Precisamente Enea Bastianini fue el ganador del primer GP del año, con Brad Binder en segunda posición y un Pol Espargaró que lideró la mayoría de la carrera cerrando el podio. El piloto de HRC no pudo mantener la primera plaza que cogió en la primera vuelta puesto que se decidió por la goma blanda y acabó la carrera con los neumáticos muy desgastados.
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Espargaró llegó a tener más de un segundo de ventaja sobre el segundo, pero no fue suficiente para hacerse con el triunfo. Marcó el ritmo durante toda la carrera hasta que, a falta de cinco vueltas, Enea Bastianini le adelantó. El español acabó yéndose largo en la última curva y, al final, solo pudo ser tercero, por detrás de Binder.
El podio número 52 de Pol Espargaró llegó gracias a una salida estratosférica que le hizo adelantar cinco posiciones y colocarse en cabeza, dominando la carrera y demostrando que la nueva Honda funciona. Y mucho.