La Fórmula 1 ha vivido un terremoto: Adrian Newey, el cerebro detrás de los monoplazas más dominantes de las últimas décadas, ha fichado por a Aston Martin.
Tras rechazar una posible oferta de Ferrari, el ingeniero británico se une al proyecto de Fernando Alonso, sumando su talento a un equipo en constante crecimiento y con la mira puesta en el título mundial.
El exdirector técnico de Red Bull, que se unió al equipo en 2005 con la estructura de Jaguar, ha dejado su cargo con un proyecto exitoso y consolidado tras casi 20 años. Bajo su liderazgo, Red Bull alcanzó el estrellato con Sebastian Vettel y Max Verstappen, consolidándose como una fuerza dominante en la Fórmula 1.
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Adrian Newey explica la cualidad que le hace marcar la diferencia respecto al resto de ingenieros del Mundial de F1: "No se debe confiar ciegamente en las herramientas"
Aston Martin
Con seis títulos de constructores y siete de pilotos, el legado de Adrian Newey en Red Bull es monumental. Su habilidad para diseñar coches excepcionales ha dejado una huella imborrable en la Fórmula 1.
Uno de sus mayores logros recientes, el RB19 de Max Verstappen, estuvo a solo tres victorias de lograr una temporada perfecta, mostrando su capacidad para crear monoplazas realmente dominantes.
Ahora, Newey, reconocido como el genio de la aerodinámica, comienza un nuevo capítulo con Aston Martin. Su traslado al equipo británico genera grandes expectativas, especialmente con la llegada de la nueva regulación de 2026.
En una entrevista reciente en el podcast High Performance, Adrian Newey ofreció su visión sobre lo que lo distingue en el mundo de la Fórmula 1 moderna. Durante la conversación, explicó que los ordenadores y simulaciones, aunque poderosos, no son infalibles y que incorporar el factor humano en la multitud de opciones que implica la configuración es un desafío.
"Creo que, en primer lugar, se trata de aportar algo de creatividad y pensamiento lateral en todo el proceso, desde cómo se aborda la investigación hasta cómo se ejecuta. No se debe confiar ciegamente en las herramientas", comentó Newey.
Recordó que cuando empezó en el deporte, las únicas herramientas disponibles eran bastante básicas, como el túnel de viento, que ofrecía una comprensión limitada de los flujos y el comportamiento del aire. Hoy en día, se dispone de tecnologías avanzadas como la dinámica de fluidos computacional (CFD), que permite simular la aerodinámica mediante ordenador.
Además, Newey habló sobre el uso de herramientas de simulación. Sin embargo, enfatizó la importancia de los sistemas de 'driver-in-the-loop', que incorporan al piloto en el proceso de simulación. "Es importante no solo para que el piloto pueda expresar lo que siente el coche, algo que la tecnología actual aún no puede replicar, ordenador no tiene miedo al conducir".
A pesar de los avances tecnológicos, Newey subrayó que todas estas herramientas son simulaciones y, por lo tanto, no representan la realidad completa. "Tienen limitaciones e imprecisiones que a veces no somos conscientes de ellas. Incluso los datos de pista pueden ser difíciles de interpretar, y es complicado extraer la información que los pilotos describen, ya que no siempre se refleja claramente en los datos", señaló.