El Mundial de Fórmula 1 de 2022 alcanzaba en el GP de Canadá la novena cita del calendario con Max Verstappen al frente de la clasificación seguido por su compañero de equipo, Checo Pérez, y el piloto de Ferrari Charles Leclerc.
George Russell llegaba a la cita en cuarta posición, justo por delante de un Carlos Sainz que, a pesar de no haber conseguido la victoria, está instalado en la zona noble y, precisamente, intenta alcanzar la primera posición en cada carrera para dar un paso al frente.
Pero no fueron las cosas demasiado bien para Ferrari, o al menos para uno de sus pilotos. El cambio de la unidad de potencia en el monoplaza de Leclerc enviaba al monegasco al fondo de la parrilla, lo que eliminaba un rival por las posiciones de arriba en la sesión de clasificación.
El sábado, precisamente, la lluvia hacía acto de presencia en Montreal y alteraba, indudablemente, la configuración de la parrilla de salida en la carrera del domingo. A la ya sabida ausencia de Leclerc, había que añadir la de Pierre Gasly, que no logró superar el primer corte.
Checo Pérez, por su parte, sufría un incidente en la Q2, provocando la bandera roja al estrellar su monoplaza contra las protecciones. Además, Lando Norris sufrió problemas de motor y también cayó eliminado.
En este contexto, y con los dos Haas en la Q3, que también alcanzó el Alfa Romeo de Guanyu Zhou, Fernando Alonso brilló con luz propia y enomoró -aún más- a los espectadores que se dieron cita en el circuito Gilles Villeneuve.
La demostradísima habilidad del piloto asturiano para conducir bajo condiciones de lluvia favorecía al bicampeón del mundo, que venía firmando un espectacular fin de semana, dejando su nombre marcado en las primeras posiciones en cada sesión de entrenamientos libres.
La sesión de clasificación no fue menos. Pasó sin dificultades tanto la Q1 como la Q2, ambas en segunda posición, y todas las expectativas estaban puestas en una Q3 que podía ser histórica tanto para Alpine como para el propio piloto español.
La pista comenzaba a secarse, y el incidente de Checo Pérez, con su posterior bandera roja, había motivado que la sesión se retrasara algo más de la cuenta, por lo que el trazado empezaba, también, a tener un carril claramente marcado en algunas zonas del circuito.
Aquello no fue óbice para un Fernando Alonso que, nuevamente, se lució. Max Verstappen se mostró intratable durante toda la sesión y se hizo con un primer puesto que nadie fue capaz de arrebatarle.
Carlos Sainz intentaba pelear con el vigente campeón del mundo y, cuando el madrileño luchaba por hacerse con la primera posición, Alonso con su Alpine voló sobre Montreal para firmar una meteórica segunda plaza que deja todo abierto de cara a la carrera del domingo.
En este contexto, Antonio Lobato vibró, durante la sesión, con una narración emocionante para acompañar a un momento histórico y que hacía demasiado tiempo que no se veía en la Fórmula 1: Fernando Alonso firmando una posición en la primera fila de la parrilla de la carrera.