Carlos Sainz acabó conformándose con la cuarta plaza en la parrilla de salida de la carrera del GP de Azerbaiyán de Fórmula 1 tras tener la pole en su mano durante muchos minutos de la Q3. Sin embargo, en los instantes finales el piloto español se vio superado por Charles Leclerc , su compañero de equipo, y por Checo Pérez y Max Verstappen .
De hecho, el inicio de temporada del monegasco, a pesar de no ser líder del Mundial, está siendo excepcional en cuanto a sesiones de clasificación. Y es que el piloto de Ferrari se ha hecho con seis de las ocho poles de la temporada, las últimas cuatro de manera consecutiva.
Para el piloto español, sin embargo, la posición en la parrilla de la carrera del domingo en Bakú importa algo menos de lo habitual debido a las particularidades que atesora el circuito, cuyas estrecheces y la cercanía de sus muros le confieren un aura de peligrosidad que puede arruinar la carrera para cualquier piloto en cualquier momento.
Por todo ello, la concentración debe ser máxima durante todo el evento, por parte de todos, para evitar accidentes y banderas amarillas. Dando por hecho que habrá impactos, el madrileño le otorga más importancia a la estrategia de equipo que a la propia posición al inicio de la carrera.
En los últimos minutos de la clasificación, Carlos Sainz trató de exprimir al máximo su Ferrari para, en cada rincón del circuito, arañar todas las décimas posibles para un nuevo asalto a la pole. Pero un error le impidió mejorar su tiempo, algo que sí hicieron sus tres rivales en la zona alta de la clasificación.
En ese momento, en redes sociales comenzó a circular la idea de que el madrileño hubiera provocado una bandera amarilla para obligar al resto de pilotos a reducir la velocidad, algo que le habría servido para conservar la pole y salir desde la primera posición en Bakú.
En el post de DAZN, tanto Pedro de la Rosa, como Antonio Lobato, Noemí de Miguel y Toni Cuquerella coincidieron en que es una actitud que, para nada, se corresponde con la deportividad de la que hace gala Carlos Sainz, aunque recordaron que no habría sido el primero en hacerlo.
Antonio Lobato fue quién inició la tertulia con respecto a la posibilidad de una bandera amarilla provocada por Carlos Sainz, algo que fue replicado de inmediato por Noemí.
"Se pregunta mucha gente por qué Carlos, después de haber cometido el error, no ha liado una, por qué no ha ido largo contra el muro para provocar una bandera amarilla que le hubiera salvado la pole", comentó Lobato. "Es conocerlo poco", añadió Noemí, que volvió a ser respondida por el narrador: "Es un deportista, porque hubiera tenido la pole".
En la conversación se introdujo, entonces, Pedro de la Rosa, que coincidió en la defensa de Carlos Sainz y de su actitud en los últimos minutos de clasificación desechando una acción que le habría servido para conservar la primera plaza.
"Eso es absurdo, porque si lo hubiese hecho ahora estaríamos diciendo que por qué lo ha hecho. Creo que, al final, el deportista ha de hacer lo que le sale y con lo que se siente confortable. A mí no se me pasa por la cabeza hacer eso".
Finalmente, Toni Cuquerella recordó que, aunque lo hubiera hecho, el español no habría sido el primero en tomar una decisión así para mantener la primera posición de la parrilla de salida de una carrera de Fórmula 1.
"A Carlos tampoco, pero si lo hubiera hecho, no habría sido, para nada, el primer piloto que lo hace. Él no estaría tranquilo y por eso no lo hace, si no, tendría la pole. No está reglamentado, ese es el problema. En la Q3 no está reglamentada la bandera amarilla. Si la provocas tú no te quitan la vuelta".