El GP de Singapur de Fórmula 1 coronó a Checo Pérez, de Red Bull, como el mejor piloto de la sesión. El mexicano se hizo con la victoria en Marina Bay en un día en el que su compañero de equipo, Max Verstappen, se podía hacer con su segundo título consecutivo de campeón del mundo.
No lo hizo y el neerlandés tuvo que conformarse con la séptima posición después de adelantar, en la última vuelta, a Sebastian Vettel. El vigente campeón del mundo tuvo que hacer frente a un día complicado. Primero, no logró adelantar a Fernando Alonso, quien abandonaría posteriormente.
Después, el de Red Bull se encontró en el camino a Lando Norris. El McLaren del británico se convirtió en un muro para el extraordinario piloto neerlandés, que no encontró la forma de sobrepasar a su rival para continuar escalando posiciones.
Todo ello lo vio, desde el retrovisor, Checo Pérez. El mexicano adelantó al poleman del día, Charles Leclerc, en la salida. A partir de ahí, se situó en la cabeza de la carrera, una posición que no abandonaría en toda la prueba y que defendió con uñas y dientes cuando hubo que hacerlo.
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Y es que la carrera en Marina Bay fue especialmente complicada para todos por la influencia del clima. La pista nunca se llegó a secar a pesar de que la lluvia se detuvo y, ni aun con un buen número de vueltas realizadas por los monoplazas, se secaron algunos tramos del circuito.
Antonio Lobato, sobre Checo Pérez: "Ha tenido que tragar muchas cosas"
DAZN
Esto le confiere aún más, si cabe, mérito a Checo Pérez, que no se sobresaltó por la figura de un Charles Leclerc que, en varios momentos, fue más rápido que el líder de la prueba. En la recta final del día, cuando Dirección de Carrera habilitó el DRS, todo el mundo habría dado por hecho que el Ferrari adelantaría al Red Bull.
No fue así. Es más, Dirección de Carrera notificó que había una investigación abierta sobre Checo Pérez por la distancia dejada con el coche de seguridad cuando éste aún tenía las luces encendidas. La sanción sería, como máximo, de cinco segundos.
Por este motivo, desde el muro pidieron a su piloto que abriera una distancia superior a ese tiempo con el monegasco para defender la cabeza de carrera y que su victoria no dependiera de la decisión de los comisarios. Dicho y hecho.
Checo Pérez no abrió una distancia de cinco segundos, sino de siete segundos y medio, poniendo tierra de por medio entre su Red Bull y el Ferrari y asegurando, esta vez sí, su victoria en Marina Bay.
Su pilotaje, la habilidad y el tesón demostrado en el circuito fueron elementos suficientes para que Antonio Lobato, narrador de Fórmula 1 en DAZN, elogiara a Checo Pérez, que tiene que hacer frente, además, a la mastodóntica figura de Max Verstappen al otro lado del box.
"Está claro que en Red Bull, todos los que han pasado, han sido segundos platos de Max Verstappen. Y Checo Pérez ha tenido que tragar muchas cosas. Todos nos acordamos de Barcelona. Ahora, para la foto están los tres posando, pero uno va guardando cositas".