Aston Martin ha introducido un importante paquete de actualizaciones para su monoplaza AMR24 en el GP de Estados Unidos de F1, con la mira no sólo en mejorar el rendimiento de este año, sino también en preparar el terreno para la próxima temporada.
Estas mejoras están diseñadas para optimizar el rendimiento del coche de Fernando Alonso durante lo que queda de temporada, pero también para comenzar a definir las bases del futuro AMR25. La escudería británica está utilizando estas carreras finales como un campo de pruebas real para su desarrollo de cara al 2025.
El nuevo monoplaza, producido en la moderna fábrica de Silverstone, aunque sin la ayuda del nuevo túnel de viento que se inaugurará próximamente, se enfoca en resolver los problemas de equilibrio y optimización aerodinámica que han afectado su rendimiento en 2024.
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Aston Martin 'AMR24B': un laboratorio técnico para que Fernando Alonso vuelva a luchar por los podios en el Mundial de F1 2025
F1
Tras un año discreto en cuanto a rendimiento y con altas expectativas no cumplidas, Aston Martin está decidido a encarar la temporada 2025 más cerca de equipos como Red Bull, McLaren, Ferrari y Mercedes. Para ello, están utilizando las últimas seis carreras de la temporada como un gran laboratorio para probar en pista un coche con actualizaciones enfocadas en el desarrollo del próximo año.
El circuito de las Américas en Austin fue el trazado perfecto para evaluar el verdadero rendimiento del nuevo paquete de actualizaciones, debido a las altas exigencias del trazado, con curvas rápidas y enlazadas, como las del primer sector, que recuerdan a las emblemáticas Maggots y Becketts en Silverstone.
Estas pruebas forman parte del proceso de Aston Martin para lograr mejoras que equilibren el coche de manera óptima y que el impacto positivo de las nuevas piezas sirva como una base sólida para el desarrollo del AMR25, garantizando así un coche más competitivo en 2025.
Los cambios más visibles en el 'AMR24B' son el nuevo diseño de los pontones donde los técnicos de Aston Martin han seguido la dirección marcada por el McLaren MCL38. De igual modo, los nuevos sidepods presentan un diseño menos 'agresivo' en la parte final de su geometría, pero más marcado en la sección intermedia.
Este cambio ha obligado también a realizar una revisión exhaustiva de la cubierta del motor, que ahora presenta ensanchamientos más similares al monoplaza de Woking conducido por Lando Norris y Oscar Piastri.
La forma general se ha simplificado, lo que pone de manifiesto la intención de optimizar los flujos de aire, reduciendo la turbulencia y dirigiéndolos hacia la parte trasera, donde se encuentra la ala de viga.
Por otro lado, otra de las actualizaciones más importantes se halla en el alerón delantero, que ahora presenta un diseño revisado de los flaps. Esta modificación tiene como objetivo redirigir los flujos de aire de manera más eficiente, influenciando puntos clave como los canales venturi y los pontones. Además, se han modificado las características de las placas terminales de los alerones para mejorar la aerodinámica global del monoplaza.
Con estas innovaciones, Aston Martin aspira a potenciar su rendimiento a corto plazo y, al mismo tiempo, sentar las bases para el desarrollo del AMR25. Todas estas permutas se complementan con un nuevo fondo, que ha sido revisado tanto en la sección oculta a la vista como en la parte más expuesta.
"Creo que las mejoras han hecho en gran medida lo que se esperaba que harían. Ya sabes, es un juego relativo. Creo que ocho equipos habían traído actualizaciones y los otros dos todavía pueden traerlas. Esto es la Fórmula 1, nadie se queda parado", afirma Tom McCullough.
"Estamos haciendo el coche más rápido al igual que todos los demás. Así que hay que seguir tratando de desarrollarlo para ponerse al día e incluso adelantar a los equipos de delante", declara McCullough.
Por último, todo apunta que el concepto del AMR25 podría presentar un cambio bastante radical respecto a lo visto esta temporada, respetando obviamente las estrictas normas técnicas.