Augusto Fernández tiene en el GP de Valencia la oportunidad de ganar el primer título de su carrera. El piloto español lidera el Mundial de Moto2 con 251.5 puntos, nueve y medio más que su gran rival por el triunfo final, Ai Ogura. Por lo tanto, aunque gane el japonés la carrera, a Fernández le basta con ser tercero para hacerse con el entorchado.
El madrileño saldrá desde la tercera posición en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste, mientras que Ogura lo hará desde la quinta.
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Sobre si se siente más fuerte que su contrincante, Augusto lo tiene claro: "Creo que estoy más fuerte que él", reconoce en el micrófono de DAZN.
"Hay que esperarse mañana a que dé el siguiente paso y esté con nosotros, creo que aquí podemos incluso luchar de tú a tú", continúa.
"Me siento fuerte, hemos hecho un buen trabajo durante el finde y sobre todo de cara a final de carrera yo creo que tengo muy buen ritmo, así que a ver las primeras vueltas, que serán clave".
Augusto Fernández, su madre y el yoga, claves en su lucha por el Mundial de Moto2
MotoGP
Augusto Fernández no empezó la temporada en Moto2 con las mejores sensaciones. En las primeras seis carreras, tuvo que abandonar en dos ocasiones y se quedaba siempre a las puertas del podio.
Tras el cuarto puesto obtenido en Jerez, el piloto español cambió su mentalidad y su método de trabajo. En esto ha sido clave el papel de su madre, profesora de yoga.
Gracias al yoga y a los consejos de su madre, Fernández consiguió darle la vuelta a la situación. Comenzaron a trabajar juntos justo antes del GP de Francia, que supuso un antes y un después para el madrileño. Algo hizo click en su cabeza y en Le Mans obtuvo su primera victoria de la temporada. Después, llegarían otras tres más y siete podios que le han permitido subir a lo más alto de la clasificación.
"Hemos empezado a trabajar este año, sobre todo después de la primera parte, que no salían las cosas. Había trabajado con ella un poco, pero no le había prestado mucha atención, hasta que este año sabía que tenía la velocidad, pero me fallaba algo y no sabía dónde atacar", cuenta Augusto Fernández en DAZN.
"Y con ella hemos llegado a la herida, donde estaba el problema", continúa.
En honor a su madre, se ha hecho un tatuaje que luce con mucho orgullo. "Desde un poco antes de Francia empezamos a trabajar y en Francia gané y me hice enseguida el tatuaje. Es un poco la filosofía que hemos seguido toda la temporada y está funcionando".