Carlos Checa es una de esas personas que necesita sentirse vivo para ser feliz. Lo transmite en su día a día, en su carácter, en su forma de tratar con la gente, en su faceta de comentarista en DAZN y también, por supuesto, en su tiempo libre; tan pronto sale con su avioneta como se pone a esquiar, o hace motocross, o se embarca en cualquier aventura que conlleve una descarga de adrenalina. Haber sido campeón de WorldSBK y un pionero en el mundo del motor no es suficiente. Por eso, ahora que está a punto de cumplir su sueño de debutar en el Rally Dakar 2022, tiene la ilusión de un crío pequeño. Quizá ahí resida el secreto de ser eternamente joven...
Un Campeón del Mundo. Veinte años en el Mundial. Que además cambia de disciplina. Que se enfrenta a un reto tan grande como un Dakar. ¿Qué se le pasa ahora mismo por la cabeza a Carlos Checa?
Por un lado esto de ser ‘rookie’ con casi 50 años es una pasada. Por otro, es la gran oportunidad de correr un Dakar después de seguirlo durante tantos años. Siento que es como volver a empezar, son muchas cosas nuevas, cosas por descubrir, no tiene nada que ver con lo que he vivido en pista. Es un reto importante y creo que va a ser una experiencia inolvidable. Espero pasarlo lo mejor posible dentro de las dificultades, y poder estar ahí, compitiendo entre comillas con los mejores. Intentaremos estar en esa línea de no pasarnos, ese es el objetivo.
¿Sabes lo que me da un poco de miedo conociéndote? a ver cómo hacen para que en los primeros días vayas con cuidado, para sujetarte.
Es mi primer rival. Va a ser una carrera contra mí mismo. Hay que intentar no correr demasiado y eso es lo difícil, yo siempre he intentado correr más que nadie y buscar los límites. Esta carrera es una filosofía algo diferente y por eso es un reto. El instinto de ir rápido está ahí, pero hay que ser conscientes de que son más de 8.000 kilómetros, por lugares donde nunca he pasado. Creo que mi copiloto, Ferran Marco, va a ser la luz de alarma y tendré que hacerle mucho caso, lo llevamos muy hablado. Espero cumplir cuando llegue la competición...
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En “Checa: Destino Dakar” la gente te ha podido ver en las dunas, metido en harina, clavando el coche en la arena y sacándolo después. A prácticamente horas de que la aventura empiece, ¿has tenido vértigo en algún momento?
(Ríe) No, no. Tuve esa sensación un poco más encima de la moto, porque vas solo, te das la vuelta y no ves a nadie. En un entreno incluso me perdí y fue complicado. El Dakar de ahora tampoco es el de antes, la carrera está más acotada, son distancias importantes, pero siempre estás localizado y hay sistemas de seguridad que te pueden socorrer. Y el copiloto y el hecho de ir dentro de un coche te da más seguridad, obviamente es otra cosa. Ese sentimiento de riesgo y de dónde me he metido dentro del coche cambia bastante.
Ese Dakar de antes también se echa de menos, ¿eh?
Era otro tipo de carrera. La gente salía de París, solo llegar a África era una aventura. Ahora es mucho más rápida, que por ese aspecto me gusta porque es ir más a competir. Creo que todo cambia con la tecnología y la carrera se ha ido adaptando. El recorrido era único, pero coordinar con tantos países siempre es muy difícil. En Arabia Saudí hay una extensión de terreno brutal, es solo un país pero es como si hubiera cinco o seis países juntos.
Hoy por hoy, tu objetivo en el Dakar es...
El objetivo es hacerlo lo mejor posible con lo que sé y con lo que tenemos. No me tengo que dejar llevar por el resultado, si va muy bien o si va muy mal. Venga lo que venga estará bien, intentaremos ir sumando en experiencia y en aprendizaje. Mi objetivo es terminar el Dakar siendo mejor piloto y mejor persona. Voy a tener que convivir mucho con Ferran, habrá momentos difíciles y la compenetración con la otra persona es muy importante. Si lo termino, estaré satisfecho, y el segundo objetivo será hacerlo con nota. Es mi primer año, así que pensar en un resultado no es lo más inteligente porque nos podría hacer cometer errores. Quiero ser realista, me parece la mejor forma de afrontarlo.
Te hemos visto con Nani Roma y Pep Vila. ¿Qué consejos se te han quedado más grabados en la cabeza?
Con Nani hemos hablado mucho de las dunas y el cómo afrontarlas. Realmente es una parte que hay que gestionar muy bien y donde es fácil hacer un error. Ahí está la parte más técnica de la conducción. Y luego está la parte del ritmo, que es también lo que me has dicho tú, al final no hace falta ser ganador del Dakar, también me lo ha dicho mi madre cuando me iba a las carreras en moto... “No corras mucho”. Ahora creo que sí que voy a tener que hacer caso...
Nosotros te lo decimos, pero luego no nos vas a hacer ni caso. Lo llevas en la sangre....
(Ríe) Yo lo digo siempre, es como a un león intentar hacerlo vegano. Pero hablando en serio, ahí está el reto, en intentar un poco cambiar yo, gestionar las emociones y la forma de afrontar las carreras. Creo que estoy en el mejor momento para poder hacerlo. Va a ser el día a día. Sabemos la teoría, pero falta aplicarlo y hasta que no nos encontremos allí no lo podremos poner en práctica. Yo me he mentalizado, pero no lo puedo garantizar, porque una vez te pones ahí y tienes la velocidad y la emoción de correr siempre te vas pasando un poco...
Oye, me gusta mucho la analogía con Carlos Sainz porque tengo la sensación de que compartís muchas cosas. Dos pioneros, dos campeones, dos personas que sin nada que demostrar siguen teniendo ese germen competitivo y de ponerse al límite...
Para mí es un gran referente. Carlos es de esas personas que cuando intenta algo es para hacerlo lo mejor posible y ha sido tres veces campeón. Es un piloto que con la edad que tiene y todo lo que ha conseguido, es muy admirable. Espero poder verlo por allí y poder hablar un rato con él. Por supuesto, es uno de los grandes referentes.
Jugando a ciencia ficción, ¿a quién ves tan loco del paddock de MotoGP para hacer un Dakar?
Te diría Valentino Rossi, es posible que lo haga. Con Petrucci vamos a estar juntos, ya hemos estado hablando. En moto te diría Zarco, pero en coche cualquiera... Igual Jack Miller, que es más alocado y más aventurero. A Remy Gardner también le gustan mucho los coches.
Miller es carne de ponerse a hacer invertidos en la duna....
(Ríe) Además sé que le gusta mucho el motocross y es más aventurero. Es también por el estilo de vida, los pilotos americanos y australianos están prácticamente todo el año fuera de casa y esto te da otra perspectiva del mundo y de la vida.
Un placer como siempre charlar contigo. Que te traiga todo lo bueno que te mereces este Dakar. Ya te atracaré para que nos mandes algún vídeo desde el terreno para la gente de DAZN en redes sociales...
Eso está hecho. ¡Un abrazo para todos!