Los equipos de Fórmula 1 buscan la mejor manera de adaptarse al efecto suelo que tanto está dando que hablar y, para ello, Mercedes ha sorprendido con un nuevo concepto de coche en el que los pontones son casi inexistentes.
El coche de Lewis Hamilton y George Russell ha acaparado las miradas de todo el 'paddock', donde los equipos no han dudado en cuestionar la legalidad del W13.
Red Bull, con Christian Horner a la cabeza, ha querido dar su opinión, aunque se ha mantenido en una línea críptica sin revelar sus pensamientos sobre los pontones del coche alemán.
El jefe de equipo apuntó, en Sky, que "no le ha prestado mucha atención". "Es un concepto bastante diferente, pero son los ingenieros y los diseñadores los que tienen que investigarlo", añadió.
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"Vamos a dejar que los chicos lo digieran y entiendan, solo es la primera vez que hemos visto el coche. No tengo ni idea de si es un ‘game changer’", zanjó.
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"Es una interpretación muy extrema de la regulación"
Ross Brawn, director técnico de la Fórmula 1, reconoció en Sky que la organización "no se había anticipado" al concepto que ha presentado Mercedes. "Es una interpretación muy extrema de la regulación e, inevitablemente, habrá mucho debate sobre ella".
"Es lo que pasa cuando hay una nueva regulación. Da igual lo duro que intentes cercar todas las opciones, y hemos limitado cientos de ellas, la innovación en Fórmula 1 es siempre extrema", añadió Brawn.
"Desde mi punto de vista, no creo que esto afecte al objetivo de las regulaciones. Pero desde el punto de vista de los equipos, quieren asegurarse de que nadie hace una interpretación que a ellos no les parece correcta", concretó.
Así ha sido: los rivales de Mercedes han protestado por este desarrollo, cuestionando su legalidad. "Habrá mucho debate", zanjó el propio Ross Brawn.