Corría el año 2019 y Aleix Espargaró no era feliz sobre la moto . El catalán llevaba tres temporadas estancado en Aprilia, sufriendo por puntuar y teniendo muchas caídas. Después de pasar por tres marcas distintas en MotoGP , sin todavía haber probado las mieles de la victoria y ya con 30 años, la retirada era una opción.
Justo en ese momento llegó Massimo Rivola como CEO de carreras de Aprilia , un hombre procedente de Ferrari y de la Formula 1 que cambió de arriba abajo el proyecto italiano en MotoGP. En 2020 ya presentaron una moto completamente distinta y con una base ilusionante que convenció a Aleix para renovar dos temporadas más, “mi último contrato”, dijo.
El curso de la pandemia fue duro, pero el mayor de los Espargaró apretó los dientes y continuó liderando el desarrollo de una RS-GP que en 2021 dio un paso más en su evolución. En Silverstone subió al podio por primera vez con los de Noale y terminó octavo en el campeonato con unos respetables 120 puntos.
Ya en 2022 y con Maverick Viñales incorporado a las filas, sorprendieron en los test y Aleix estrenó la temporada con un cuarto puesto en Catar, salvó los muebles en Indonesia y en Argentina llegó su momento .
Y 200 Grandes Premios después...
Debido a problemas logísticos el viernes no se pudieron disputar los habituales entrenamientos libres y toda la preparación de la carrera quedó concentrada en el sábado donde Aleix Espargaró ya demostró que estaba un peldaño por encima de los demás liderando el FP2 con el mejor tiempo, el mejor ritmo y poniendo la guinda al día logrando su primera pole con Aprilia.
El domingo todas las cámaras apuntaban al piloto catalán, más aún después de liderar un Warm Up especialmente largo. Era el claro favorito para la victoria.
A la hora de la carrera brillaba el sol en el circuito de Termas de Río Hondo, repleto de 67.000 aficionados encantados con el retorno de MotoGP a su país. La elección de los neumáticos fue clara para todos, los 24 montaron el duro delantero y el blando trasero, los que más confianza les daban en un asfalto conocido por su poco agarre.
En la salida Jorge Martín arrancó como una bala y tomó la cabeza de carrera en la primera curva, a Aleix Espargaró se le levantó la rueda de delante y tuvo que vérselas con su hermano Pol para conservar la segunda posición.
Tras los primeros giros, Jorge y Aleix se escaparon a más de un segundo del resto de la parrilla siendo los únicos pilotos capaces de rodar en el 1´39”. El catalán se mantuvo detrás del madrileño, estudiando las maniobras que su buen amigo realizaba con la Ducati mientras ambos se iban quitando el uno al otro la vuelta rápida.
A nueve giros del final comenzaron los problemas para Jorge Martín con el desgaste del neumático trasero que le hacían perder estabilidad en las frenadas y sufrir en los baches, esto lo aprovechó Aleix Espargaró con una moto más estable para pegarse a su rival y comenzar su ataque.
El punto escogido fue la curva 5, después de la larga recta de Termas donde se realiza una frenada en la que se pasa de 340 km/h a apenas 70. En los dos primeros intentos el de Aprilia se fue largo tras apurar demasiado la frenada, pero a la tercera llegó la vencida y Aleix consolidó el adelantamiento, Martín no pudo seguir el ritmo y en las últimas vueltas Aleix solo tuvo que gestionar la emoción de convertirse en ganador de un Gran Premio.
Se dice que más vale tarde que nunca, Aleix Espargaró ha explotado como piloto en su 13ª temporada y con 32 años. Muchos se preguntan como ha podido aguantar tanto tiempo en la élite del motociclismo sin conseguir buenos resultados, la respuesta es que se ha ganado la confianza de una fábrica con su trabajo y buen hacer con el desarrollo de la moto. Aleix se ha convertido en el ‘capitano’ de Aprilia en MotoGP y tienen fe ciega en él.
El cambio de moto que hicieron en 2020 y las evoluciones permitidas por las concesiones han hecho posible que en este año ya veamos a Aprilia disputar carreras con una montura que se ve equilibrada en todos los puntos, aunque falta por ver sin han superado los problemas de fiabilidad del pasado en sus motores.
Por si la primera victoria no era premio suficiente, encima Aleix Espargaró se convierte en el líder del mundial de MotoGP, quién lo diría después de 200 carreras de sufrimiento, sin duda una gran recompensa que Aleix Espargaró merecía con creces .
Un mundial indescifrable
La victoria y liderato de Aleix, le añade con todo derecho a las quinielas para el campeonato de MotoGP , al menos en este loquísimo arranque de temporada donde hemos tenido tres ganadores distintos en tres carreras con nueve pilotos diferentes en los podios. El Mundial está muy complicado de pronosticar, sin embargo, podemos sacar algunas pistas de cara a próximas citas.
Empezando por los otros dos integrantes del podio, Jorge Martín ha tenido un fin de semana muy sólido, segundo en parrilla y un ritmo excelente que solo decayó al final de la carrera, después de dos ceros seguidos ‘Martinator’ ha vuelto a golpear.
Alex Rins lleva tres GP ofreciendo un poco más en cada uno de ellos, en este ha subido al podio, algo que le costó 11 citas del calendario la temporada pasada donde fue muy penalizado por sus errores y caídas. La Suzuki tiene mimbres para ganar carreras y en la próxima, en el circuito de las Américas, ya Rins sabe lo que es ganar, lo hizo en 2019.
Los pilotos españoles realizaron una gran actuación estando durante buena parte de la carrera 6 de ellos ocupando las 7 primeras posiciones. Entre ellos, Joan Mir, que terminó más contento con el rendimiento que con él resultado, es capaz de rodar en ritmo de cabeza pero de nuevo el ser inferior en la clasificación le sigue lastrando de cara al domingo. Detrás de Mir, Bagnaia, que remontó de 13º a 5º en una carrera en la que por fin encontró su ‘feeling’ del año pasado
Y en cuanto al campeón, Fabio Quartararo, no tuvo su mejor día, volvió a pecar de mala salida y durante las primeras vueltas se quejó de problemas de agarre con la goma trasera. Yamaha no le está ofreciendo las herramientas adecuadas para defender su título, aunque por suerte su moto aguantó, no pueden decir lo mismo Morbidelli y Dovizioso que fueron afectados por problemas mecánicos.
En definitiva, Argentina nos deja un mundial aún más animado, más incierto y en el que todo puede cambiar de nuevo en Estados Unidos, donde el amo y señor es un tal Marc Márquez, al que esperamos de vuelta lo antes posible y recuperado de su lesión en la vista.