Fabio Quartararo es el líder del Mundial de MotoGP . En un campeonato en el que las cosas suceden a una velocidad de vértigo, todo forma parte de un frágil equilibrio a medio camino entre el talento y la temeridad. El piloto francés de Yamaha tiene claro que la persona que va sobre la moto, su talento con las manos y su simbiosis con la moto son factores clave que hacen que el resultado final dependa mucho más del deportista que de las máquinas.
“Estamos pilotando naves espaciales. Son un avión. Esto es algo muy chulo porque al final no es el que más rápido va y el que mejor moto tiene, el piloto hace mucha diferencia".
"El pilotaje es algo muy importante porque no es solo de electrónica, está muy en tus manos”.
“Puedes meter todas las cosas que quieras sobre la moto, pero el pilotaje lo haces tú”.
La evolución técnica y la mecánica también se contagian de ese ritmo galopante y desenfrenado que impregna la filosofía del campeonato del mundo de motociclismo. Las máquinas cada día son más potentes, cuentan con un enorme desarrollo aerodinámico, son capaces de ofrecer un espectacular rendimiento en condiciones extremas... y sin embargo la esencia sigue residiendo en el piloto y en sus manos.
Para Pecco Bagnaia , sentir el control en sus manos resulta fundamental de cara a ser capaz de mostrar lo mejor de sí y tener confianza cuando el velocímetro se dispara, aunque es consciente de que dentro de la parrilla hay diferentes estilos...
“Hay pilotos y pilotos. Hay pilotos que utilizan mucho el control de tracción, muchísima electrónica, y hay pilotos como yo que prefieren tener más el control de la moto en la mano”.
“Pienso que eso es la parte más artesanal de nosotros”.
Marc Márquez también tiene claro dónde reside el éxito de MotoGP, una de las competiciones más emocionantes del planeta.
"Yo creo que la suerte que tenemos en el motociclismo y en MotoGP es que hemos conseguido que el factor humano sea más importante que el de ordenador”, explica.
Àlex Crivillé y un viaje al pasado
Àlex Crivillé, nuestro primer campeón de 500cc, fue uno de los grandes precursores del motociclismo español. Él no solo abrió camino para que más pilotos pudieran llegar a la alta competición, también tuvo que aprender a marchas forzadas a sacar todo el potencial de unas máquinas que requerían un pilotaje extremadamente artesanal...
“Antes con las 500cc eran motos muy manuales y era muy importante notar bien el neumático trasero, era una conexión entre el cerebro y el toque de gas, y si te pasabas te ibas al suelo”, señala el actual comentarista de MotoGP en DAZN.
“Quizá era un poco más difícil, era más mecánico todo y lo que más costaba era dosificar estos 200 caballos con la rueda trasera y con el tacto de gas”.
"La magia de la moto de siempre”
Precisamente esa artesanía de la que hablan los pilotos se puede comprobar en todo su esplendor en el frenado de la moto. Son las manos del piloto, en conexión directa con su memoria muscular y su cerebro, las que activan las levas de los frenos destinadas a generar deceleraciones salvajes en solo unos metros para poder encarar la siguiente curva.
“Es cierto que esto no es un Fórmula 1, los pilotos siguen siendo muy importantes, pero con los frenos se sigue haciendo muchísima diferencia en el modo de parar la moto”, explica Aleix Espargaró .
“Los frenos han ido evolucionando a lo largo del tiempo, pero es la misma leva del freno y creo que ahí sigue habiendo la magia de la moto de siempre, sin ayudas”
Jack Miller también tiene claro que la búsqueda del estilo es otro proceso, en cierta forma artesanal y que depende al cien por cien de la persona y de las experiencias que ha tenido a lo largo de su experiencia con la competición. No hay un manual para ser piloto de MotoGP, no hay una guía de estilo, y como tal para piloto lo interpreta en base a su propio aprendizaje.
“Evolucionas con las motos que has montado a lo largo de tu carrera. La forma con la que has crecido pilotando, que es algo único de cada uno”, reconoce el australiano de Ducati Corse.
“Por ejemplo, mi estilo es completamente único, no hay nadie que corra de la forma como yo lo hago, con mi trasero fuera y con un estilo un poco extraño”.
A pesar de ello, es innegable reconocer que las ayudas electrónicas colaboran en el resultado final, tal y como explica Pol Espargaró .
“El que sea bueno poniendo a punto, el que tenga ese feedback con la electrónica, será capaz de gestionarlo todo mejor y ser más rápido. Creo que hay que ser muy bueno con la electrónica hoy el día”.
La importancia de las cosas bien hechas
DAZN y Estrella Galicia 0,0 siempre han sido conscientes de que había grandes historias en el paddock de MotoGP que merecían ser contadas. Historias de artesanos, de personas increíbles que comparten la pasión por este deporte y que son una parte fundamental de él aunque estén alejadas de los focos y no se suban encima de una moto.
Al igual que sucede en el proceso de la elaboración de la cerveza, el secreto radica en comprender que la tecnología es un elemento necesario y maravilloso, pero que por encima de todo están los valores de la artesanía y el respeto al producto.
Rápidamente quedaron al descubierto las analogías entre los Artesanos del Paddock y la filosofía de Estrella Galicia 0,0: el cuidado de la materia prima, el gusto por la elaboración a fuego lento y sin prisas, recetas únicas y tiempos de elaboración diferentes para cada cerveza. Un viaje que comparte un eje fundamental, las personas.
El cariño, ese factor diferencial que solo pueden aportar las personas
Quizá esto se menciona menos en las retransmisiones o tiene un efecto menos palpable sobre la pista, pero otro de los elementos clave en MotoGP es el estrecho vínculo que se genera entre todos y cada uno de los integrantes de un box. Cuando ese pequeño espacio itinerante que viaja de circuito en circuito se convierte en el epicentro de un equipo, el ambiente resulta clave para conseguir los resultados.
"Hay que ser muy cercano para hacer una gran familia con el equipo y que todo progrese hacia adelante”, explica Jorge Martín, que esta temporada está viviendo su año como rookie en MotoGP de la mano de Pramac y ha mostrado una espectacular capacidad de adaptación.
Por su parte, Marc Márquez también tiene claro cuál es uno de los puntos de origen del éxito: “El factor humano que aportan equipo y piloto es mucho más importante para poder marcar la diferencia”.
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