Max Verstappen logró su decimocuarta victoria de la temporada en el GP de México de Fórmula 1, que dominó de manera aplastante junto a su compañero de equipo, Checo Pérez, y los dos Mercedes, Lewis Hamilton y George Russell.
El vigente campeón del mundo llegaba a la cita con la intención de hacerse con un número nunca antes alcanzado por ningún otro piloto en toda la historia de la competición, y que situaría a Verstappen en el olimpo de los pilotos.
Checo Pérez, su compañero de equipo, tenía el lógico objetivo de coronarse en su país. Tras demostrar que conoce a la perfección el trazado, como demostró durante la semana en la que dio una vuelta de simulación con los ojos cerrados, siempre estuvo a la sombra del neerlandés y Lewis Hamilton.
Precisamente, en el caso del británico de Mercedes, la idea era triunfar para hacerse con la primera victoria de una aciaga temporada que comenzó de la peor manera pero que logró maquillar en las últimas carreras, sin que ello le diese opción, en ningún momento, a competir por el título.
Por la parte que le ocupa a Fernando Alonso, el piloto asturiano llegaba a México con la idea de continuar con la buena senda después de que la FIA rectificara la sanción impuesta al ovetense en Austin y recuperara, de esta forma, la séptima posición.
En ese mismo lugar rodaba el de Alpine cuando su monoplaza, desgraciadamente, comenzó a tener problemas. El bicampeón del mundo español, que está haciendo frente a un muy desafortunado curso, ya se conoce de sobra la situación.
Durante el GP de México de Fórmula 1, que Fernando Alonso se vio obligado a abandonar por problemas en su monoplaza cuando rodaba en la novena posición, a la que había caído después de que su Alpine perdiera potencia y le hiciera olvidarse del séptimo lugar que defendía, el asturiano dejó una de las imágenes del fin de semana.
Estaba realizando una formidable carrera cuando, como se ha mencionado, su monoplaza comenzó a tener problemas de fiabilidad y fue decayendo, poco a poco, el ritmo que le ofrecía al ovetense que, tras enfadarse por radio, tomó la decisión de abandonar.
Iba en el noveno lugar y tenía detrás a Valtteri Bottas, de Alfa Romeo, y a Daniel Ricciardo, de McLaren. En una de las escapatorias, Fernando Alonso detuvo su coche y comenzó a desabrocharse el cinturón y soltar el volante antes de abandonar el vehículo.
Justo después de bajarse, Fernando Alonso agitó el puño en señal de rabia y frustración por la que es el quinto abandono de su temporada en la Fórmula 1. Posteriormente, y tras saludar a la hinchada situada en la cercana grada, agachó la cabeza, que apoyó en las protecciones, recapacitando en los fallos de su coche.
Fue, sin lugar a dudas, una de las imágenes de la carrera y, en el plano individual, una de las escenas de la temporada de Fernando Alonso que, pese a su extraordinario nivel de pilotaje, se está viendo lastrada por los continuos fallos de su coche.
Fernando Alonso y su desesperación por radio: "Increíble, ¡qué año!
DAZN
La escasa fiabilidad de su coche comenzó a lastrar la excelente carrera que, una vez más, estaba firmando Fernando Alonso. Así, de la séptima pasó a la novena posición y, cuando tenía tras de sí a Valtteri Bottas y Daniel Ricciardo, abandonó.
Antes de que se llevara a cabo el quinto abandono de la temporada de Fernando Alonso, el ovetense mostró su frustración por radio ante su propio equipo. "Increíble, ¡qué temporada! ¡Qué temporada!", exclamó el bicampeón mundial tremendamente enfadado.