El GP de Brasil de Fórmula 1, penúltima carrera de un Mundial ya conquistado tanto por Max Verstappen en los pilotos como por Red Bull en los constructores, coronó, por fin, a Mercedes. La escudería británica logró la primera victoria de la temporada haciendo, además, un doblete.
George Russell y Lewis Hamilton consiguieron hacerse con las dos primeras posiciones. En el caso de Russell, además, se trata de la primera victoria de su trayectoria deportiva en la Fórmula 1, y la alegría en el expiloto de Williams fue máxima en Interlagos.
Otro bicampeón del mundo de la competición como Fernando Alonso finalizó en una meritoria quinta plaza. El de Alpine partía en la carrera en el decimoctavo lugar después de un incidente con Esteban Ocon en la carrera al sprint que frustró las opciones del asturiano.
Tras la jornada del sábado, de hecho, se mostró muy enfadado con su todavía compañero de equipo, aunque demostró que ya ni siquiera le daba importancia al hecho de batallar más con el propio piloto francés que con los demás miembros de la parrilla.
En la carrera del domingo, sin embargo, la situación fue mucho mejor. El bicampeón del mundo español comenzó a remontar posiciones y, poco a poco, logró acercarse al top diez y entrar, por tanto, en la zona de puntos en un día en el que destacó por la cantidad de adelantamientos que protagonizó.
Además, si hay más motivos, además de la indudable habilidad a la hora de pilotar un Fórmula 1 que posee Fernando Alonso, por los cuales el español consiguió finalizar la carrera en la quinta plaza, es la estrategia llevada a cabo por Alpine.
En ella, de hecho, hay una altísima cuota de participación de un Fernando Alonso que realizó su primera parada en la vuelta 15 llevando neumáticos medios, algo que sorprendió a propios y extraños pero que tenía un objetivo muy claro: rodar sin tráfico.
Después de esa primera parada, en Alpine quisieron improvisar, pero el asturiano dio cerrojazo. "Por ahora estamos considerando el plan B", le comentaron por radio desde el equipo.
La respuesta de Alonso no pudo ser más sincera. "Eh..., creo que no estoy de acuerdo". "Por ahora estamos valorando lo planeado más diez vueltas", le detallaron desde el muro. "Creo que puedo hacerlo, pero con un ritmo más lento. Creo que deberíamos seguir con lo planeado. Vamos bien, somos competitivos", replicó el ovetense que, aun así, se mostró comprensivo. "Pero lo que queráis. O sea, tenéis más información que yo".
"Bottas está llegando", avisaron desde Alpine a Alonso, que volvió a hacer gala de su experiencia. "No quiero perder tiempo con él, ¿eh? Pensadlo. Perderíamos fácilmente un segundo y medio".
La decisión de Fernando resultó crucial, porque si hubiese parado diez vueltas más tarde de lo previsto, como deseaba el equipo, habría parado cinco vueltas antes del Safety Car de Lando Norris y ahí, seguramente, no habría parado otra vez porque habría caído muchas más posiciones, y se habría quedado con medio, usado, contra gente con blando nuevo en la resalida.