Fernando Alonso atendió a DAZN minutos después de regalarnos una batalla legendaria con Lewis Hamilton en el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1.
El piloto de Alpine aguantó once vueltas al piloto británico, situación que resultó decisiva para que Esteban Ocon acabase logrando la victoria en Hungaroring.
Alonso cree que lo sucedido en Hungría no se parece a lo que él mismo protagonizó con Michael Schumacher en el Gran Premio de San Marino 2005.
"Schumacher iba tres o cuatro décimas más rápido. Hamilton tiene un segundo y medio de coche y un segundo más o menos de ruedas, así que tiene dos segundos y medio de ventaja, pero cometía siempre los mismos errores en las últimas tres curvas y no conseguía adelantarme".
"Sabía que no lo iba a poder mantener, pero cada vuelta que iba detrás era oro de cara a la victoria porque de lo contrario habría llegado a la cabeza de carrera".
Centrándose en la carrera, Fernando Alonso lamenta lo sucedido en la salida, ya que hubiera podido luchar por la victoria si intercambia los papeles con Ocon o Vettel.
"Hemos tenido mala suerte en la salida porque podríamos haber estado en la posición de Sebastian Ocon o de Sebastian Vettel".
Pese a ello, su resultado y el de Esteban Ocon suponen el mejor fin de semana del año para Alpine. Un domingo para enmarcar y un triunfo que Ocon nunca olvidará.
"TOP 5 es el mejor resultado del año para mí y también para el equipo, con una victoria totalmente inesperada. Hemos tenido mala suerte en otras carreras, pero hoy toda de cara. Esteban Ocon nunca olvidará esta victoria. La primera nunca se olvida".
La bestial defensa de Fernando Alonso ante Lewis Hamilton
El GP de Hungría de Fórmula 1 fue una carrera accidentada desde el principio, con cinco monoplazas fuera en la primera curva y Verstappen en la cola de la parrilla. Una mala estrategia de Mercedes, además, dejó poco después a Lewis Hamilton último.
Ocon se situó líder y Vettel siguió su estela en la segunda posición. A falta de 15 vueltas para el final, Fernando Alonso marchaba en cuarta posición y Lewis Hamilton, quinto, llegaba con neumáticos medios y, con una velocidad endiablada buscando la victoria, intentaba adelantarle.
El británico disponía de recursos mucho mejores que los del español: mejor coche, una dinámica muy positiva volando sobre el trazado húngaro, y Fernando Alonso, además, con neumáticos duros.
El piloto de Mercedes llegaba convencido de poder adelantar y en la recta, en la primera oportunidad, abrió el DRS para acercarse lo máximo posible al español. Intentó alcanzar el interior, pero el asturiano le cerró la puerta.
Lo volvería a intentar inmediatamente después, pero el de Alpine volvería a cerrarle la persiana. Una defensa inconmensurable que Hamilton trataba de derribar, sin éxito, una y otra vez.
La magia de Fernando Alonso duró 11 vueltas: el piloto británico lo adelantó a falta de cuatro para el final y puso dirección a Carlos Sainz, tercero.