Fernando Alonso ha vuelto a la Fórmula 1 de la mano de Alpine tras varios años de ausencia. Su última etapa, en McLaren, finalizó en 2018, momento en el que decidió darse un respiro. Lo que muchos no saben es que su trayectoria podría haber sido bien distinta si en 2010 elige Red Bull en lugar de Ferrari.
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Vamos a retroceder en el tiempo. Concretamente, once años. Fernando Alonso había tomado la decisión de marcharse de Renault tras una etapa en la que siempre sintió estar lejos de poder optar al Mundial. El piloto asturiano quería acariciar de nuevo las sensaciones que lo habían llevado a ser bicampeón del mundo, por lo que apostó por protagonizar un cambio.
Tras días de incertidumbre, Fernando Alonso firmó por Ferrari, que anunció con bombo y platillo el aterrizaje del español. Nacía un matrimonio perfecto entre uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1 y la escudería más importante del planeta.
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Sin embargo, la historia pudo ser diferente si, en ese mismo 2010, Fernando Alonso hubiera apostado por Red Bull. Según cuenta Antonio Lobato en la última entrega de 'Fuera de Pista', disponible en DAZN, Alonso tenía sobre la mesa una interesante propuesta de la escudería austriaca.
Red Bull le ofrecía dos años de contrato, escenario que no contemplaba el piloto español, ya que sólo quería uno porque soñaba con ir más pronto que tarde a Ferrari. Finalmente Red Bull no modificó la oferta y Fernando Alonso acabó en el Cavallino Rampante.
Curiosamente, durante esos años, Sebastian Vettel ganó cuatro mundiales con Red Bull, mientras que Alonso, subcampeón en tres de ellos, se quedó una vez más a las puertas de la gloria.
Pese a lo sucedido, Fernando Alonso nunca se arrepintió del paso que dio. Tenía el sueño de vestir el mono rojo de Ferrari, pilotar el coche del Cavallino Rampante y conquistar el mundo con él. Esto último no pudo ser, pero Alonso tenía claro que debía coger ese tren sin que las posibles consecuencias pesasen más que la ilusión.