La temporada de Fórmula 1 de 2022 era la marcada en rojo por Alpine, Fernando Alonso que, ante la llegada de una nueva normativa, querían ver al bicampeón del mundo volver a pelear en la parte alta.
En Alpine, sin embargo, hay cierta preocupación después de que el asturiano vaya a tener que emplear su tercer motor distinto en la tercera carrera del campeonato, que será en el GP de Australia el próximo fin de semana.
Y es que el piloto ovetense ha visto cómo, con gran parte del calendario aún por celebrarse, ha entrado en una situación preocupante porque, con los problemas encontrados en la bomba de agua, integrada en el motor, el piloto español volverá a estrenar unidad de potencia por tercera carrera consecutiva, alcanzando el límite de motores a estrenar sin penalización.
A pesar de que en Baréin sí pudo terminar la jornada del domingo, finalizando en la novena plaza, el abandono en Arabia Saudí está provocando más problemas más allá de la privación de puntos.
La carrera transitaba en Jeddah por la vuelta 36 cuando el monoplaza del español dijo basta. Por aquel entonces, el asturiano luchaba por una meritoria sexta posición que confirmaba la escalada de Alpine en el Mundial de 2022.
Sin embargo, tuvo que abandonar por problemas mecánicos. Una semana después de aquello, y en la revista Auto Hebdo, el director ejecutivo de Alpine, Laurent Rossi, explicó el motivo del fallo en el coche y qué consecuencias podría tener.
"Rápidamente encontramos el problema. No fue el motor, sino la bomba de agua. Esto provocó un problema de refrigeración y después una serie de consecuencias: el motor se enfriaba menos, el aceite se calentaba... creando más problemas".
"Fernando pudo seguir conduciendo y el motor funcionaba, pero, obviamente, no en condiciones ideales. Preferimos detenerlo, ya que la bomba de agua había fallado. Ya hemos identificado la causa del problema y espero que lo hayamos corregido para Melbourne".
En cualquier caso, Rossi rescató el lado positivo de la situación y defendió la fiabilidad del motor en sí a pesar de las dudas de los nuevos componentes que, a medida que avancen las carreras, encontrarán una mayor eficiencia.
"Es un problema de juventud de los nuevos componentes, que están funcionando por primera vez y que aún no hemos tenido la oportunidad de validar, como es el caso de todos los equipos. La buena noticia es que no es algo estructural y no hay que cuestionar el motor en sí, ni su diseño, ni su arquitectura, porque el motor hace lo que se espera de él".
Fernando Alonso empleará un tercer motor distinto en Australia, alcanzando el límite de tres motores por temporada justo el año en el que el calendario es más largo, prolongándose el Mundial por 23 Grandes Premios.
En el caso de que el asturiano emplee más motores, cada unidad de potencia extra que integre en su monoplaza le acarreará una penalización de posiciones en la parrilla de salida, por lo que ha entrado en una situación crítica en el arranque del campeonato.
"El problema es que la bomba de agua está integrada en el motor. La bomba de agua terminó desintegrándose y cayendo en el motor. Si hubiéramos querido repararlo, habríamos tenido que romper el sello, así que el motor está perdido para nosotros. Aunque su integridad no se vea directamente afectada, para nosotros es un motor menos".