Habría que preguntar a los más viejos del lugar si recuerdan un estreno tan memorable de un circuito de Formula 1 . La carrera que hemos vivido en el primer Gran Premio de Arabia Saudí es para guardarla en la caja de las joyas de este deporte y ponerla muchas veces en DAZN este año y los que hagan falta.
Una salida mucho más cautelosa de lo que esperábamos (por parte de toda la parrilla) y unas primeras vueltas en las que no pasó nada, nos instalaron en la creencia de que está iba a ser una carrera aburrida, condenada a decidirse con la estrategia de la única parada. Todos lo pensamos, reconozcámoslo.
Verstappen no arriesgó saliendo tercero y con Bottas en medio, Hamilton tenía vía libre para construir su ventaja sin incordios. Hasta que en la vuelta 10, Mick Schumacher perdió el control de su Haas y terminó en el muro.
La primera bandera roja: oportunidad para cambiar neumáticos
Primer accidente de la noche y el coche de seguridad sale a pista en un momento en el que a muchos de los pilotos que iban con neumáticos medios, les viene de perlas para entrar a cambiarlos, entre ellos, los dos Mercedes. Hamilton y Bottas entran en el pit lane mientras Verstappen se mantiene en pista y pasa a liderar la carrera.
Y aquí llega la primera polémica del día, tres vueltas después de la salida del Safety Car, se ondea la bandera roja, todos a los garajes. Las barreras de protección contra las que ha impactado el Haas de Schumacher parecen muy dañadas y la carrera no puede continuar hasta que las reparen. Hamilton no daba crédito por radio, según él las barreras estaban bien y su ingeniero le confiesa que no pensaban que esto podía suceder. El haber cambiado los neumáticos durante el Safety Car se les había vuelto en contra y ahora Verstappen saldría desde la pole con neumáticos también nuevos.
La lucha y la igualdad son tan intensas entre Verstappen y Hamilton que ambos recurren a las maniobras más rebuscadas para ganar ventaja sobre el otro. Hamilton abrió la veda en Yeda retrasando su posición respecto a Verstappen durante las vueltas previas a la segunda salida, superando la orientativa distancia habitual entre coches. El inglés de esta forma ganaba un tiempo extra con sus neumáticos en movimiento, sumando grados de temperatura respecto a los del Red Bull para obtener mayor tracción en la salida. Verstappen se quejó por radio, pero esto solo se sanciona si es una buena vuelta de formación, no una vuelta de resalida, ahí quedo la cosa y Hamilton le adelantó cuando se apagó el semáforo.
Tensión en la resalida entre Hamilton y Verstappen
Verstappen se negó a rendirse y se tiró por fuera de pista en la curva 1 para salir por delante de Hamilton en la 2, cerrarle la trazada y ponerle en los apuros suficientes para que Esteban Ocon le adelantase también. Una maniobra sancionable en la que Verstappen tendría que devolver la posición a Hamilton, pero no se pudo realizar en pista debido al accidente múltiple de Pérez con Leclerc y Mazepin con Russell. Segunda bandera roja y otra vez todos al garaje, con la parrilla de la tercera salida, pendiente de definir.
Aquí fuimos testigos estupefactos de la negociación de Michael Masi, director de carrera, con Red Bull y Mercedes por la posición que ocuparía Verstappen. En vez de dejar en manos del panel de comisarios la acción de Verstappen, realiza una oferta a Red Bull, en la que además se equivoca al formular, les ofrece la segunda casilla cuando era realmente la tercera. Para aclararnos, Masi propone: Ocon primero, Hamilton segundo y Verstappen tercero. Christian Horner acepta, sabiendo que de rechazar la propuesta, la decisión de los comisarios podía ser más dura. Al fin y al cabo, Max saldría desde la misma posición que al principo de la carrera y Hamilton una menos con otro coche por delante.
Tercera salida tras una negociación histórica
Terminado este inédito esperpento, los monoplazas se colocan por tercera vez en la parrilla y aquí Verstappen se corona con una de las mejores salidas de su carrera. Aprovechando que Hamilton se preocupa más por atacar a Ocon que por defender su posición, el inglés deja un espacio que el neerlandés aprovecha para ponerse primero de una tacada sacando todo el jugo a sus neumáticos medios por los duros de Hamilton. Además el Mercedes se tocó con el Alpine y no perdió el alerón delantero de puro milagro.
Todavía nos quedan más de 30 vueltas, Verstappen debe mimar mucho sus gomas pero no ralentizarse tanto como para que Hamilton le alcance con unos neumáticos más lentos pero más duraderos que los suyos. Igualmente, el ritmo de ambos es descomunal y se alejan del resto de pilotos mientras entre ellos la distancia es tan solo de un segundo.
La carrera se estabiliza y se pone de manifiesto lo complicado que es adelantar en este circuito a pesar de las tres zonas de DRS que dispone. En cada ataque, los adversarios se acercan mucho y la cercanía de los muros provoca nuevos toques, Tsunoda con Stroll y Raikkonen con Vettel. Los pedazos de fibra de carbono resultantes de estas batallas provocan un Virtual Safety Car tras otro, un hecho que favorece a Verstappen al reducirse el ritmo de carrera.
La voz de la experiencia (y la sensatez) la puso Fernando Alonso, clamando porque correr en estas circunstancias era más peligroso que en las anteriores en las que habían sacado banderas rojas.
El choque entre Verstappen y Hamilton: ¿qué pasó exactamente?
El clímax del Gran Premio llega con el ataque definitivo de Hamilton sobre Verstappen, el Red Bull no puede mantener la distancia con el Mercedes y en la recta es superado, pero al llegar a la chicane, Verstappen pierde el control y su coche patina sacando a Hamilton fuera de pista. La persecución continúa y los comisarios notifican a Max que tiene que devolver la posición y aquí viene el lío histórico.
El piloto que cede la posición puede hacerlo en cualquier punto del circuito, la clave aquí es que Verstappen decidió hacerlo en el punto que más le convenía él y menos a su rival: en una recta con zona de DRS, un tramo de altísima velocidad, donde se superan de sobra los 300 km/h y donde Max pretendía que Lewis le adelantase para lo antes posible superarle de nuevo aprovechando el DRS. Hamilton es perro viejo y no picó el anzuelo. En este tira y afloja, Verstappen redujo tanto la velocidad que llegó hasta la tercera marcha (se va a octava en esa zona) y Hamilton sin espacio para esquivarlo y sin querer adelantarlo todavía para salir con desventaja de la maniobra, terminó chocando. Sorprendentemente su alerón delantero volvió a resistir, cosa que no podemos decir de los auriculares de Toto Wolf.
La carrera terminó aquí, Verstappen con los neumáticos dañados y con 5 segundos de penalización por salirse de la pista en la primera maniobra (más 10 a posteriori por la frenada en recta), le descartaron de seguir en la lucha. Hamilton ganó con mérito y madurez frente a un Verstappen que volvió a ser el de hace unos años, un piloto con un talento tan descomunal como su agresividad.
Ahora el campeonato está igualado a puntos entre estas dos estrellas y en el renovado Yas Marina se escribirá la última página de este ‘best-seller’, a mí ya solo me queda hacer la pregunta de moda, ¿eres de Hamilton o de Verstappen?