La Fórmula 1 se aproxima al Mundial 2022 y lo hace arrojándonos datos realmente sorprendentes sobre cómo se confecciona una temporada tan espectacular como la que está a punto de arrancar.
2022, además, es el año del cambio, de la gran revolución en la Fórmula 1. Todos los ojos están puestos en las modificaciones que van a sufrir los monoplazas para adaptarse a la nueva normativa, esa que invita a pensar que Red Bull y Mercedes tendrán una mayor competencia que en 2021.
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La propia Fórmula 1 ha publicado un artículo sobre diez cosas que el aficionado debe saber sobre los coches que competirán a lo largo de 2022. Dentro del listado, lo que más nos llama la atención es la locura de datos recogidos de las simulaciones para crear el monoplaza.
Estamos ante un deporte extraordinariamente profesionalizado, en el que nada se deja al azar y en el que cada movimiento se mide al milímetro. Desvela la web de Fórmula 1 que se han relizado cerca de 7.500 simulaciones en las últimas semanas, creando datos que equivalen a más de 3.000 millones de fotos en Facebook.
Esas 7.500 simulaciones también tardaron 16,5 millones de horas de núcleo en resolverse, lo que significa que si se hubieran realizado en una computadora portátil de cuatro núcleos Intel i9 de alta especificación, se habría tardado hasta el año 2492, dentro de 471 años, en obtener las soluciones.
El trabajo ha sido de tal magnitud que la propia Fórmula 1 asegura que, de haberlo realizado en una computadora de núcleos, el resultado completo no habría sido obtenido hasta el año 2492.