El GP de Austria 2024 de F1 acabó regalando una carrera de infarto entre Lando Norris y Max Verstappen que probablemente cambie el panorama actual en el ‘gran circo’, más aún atendiendo a los precedentes que ha dejado en los últimos años el Red Bull Ring.
Los dos pilotos se enzarzaron en un duelo por la victoria en el último stint que fue subiendo la agresividad vuelta a vuelta, intento a intento, con Max Verstappen defendiendo la primera posición ante Norris.
Finalmente ambos pilotos acabaron chocando entre ellos y pinchando, perdiendo cualquier oportunidad de ganar una carrera que se acabó llevando George Russell.
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DAZN
La carrera del GP de Austria parecía sentenciada llegando al tramo final atendiendo a la ventaja de Max Verstappen. Sin embargo, Lando Norris empezó a rebajar la desventaja a un ritmo imparable hasta alcanzar al Red Bull del neerlandés.
Ahí comenzó un duelo de más de diez vueltas con una tensión creciente ante maniobras al límite de la deportividad, con cambios de dirección en plena recta, en frenada y salidas de pista.
Las radios comenzaron a echar humo cuando la FIA sancionó a Lando Norris por sobrepasar los límites de la pista .
Los intentos de adelantamiento de Norris incrementaron su intensidad, al mismo tiempo que las defensas de Max Verstappen.
En una acometida final ambos acabaron saliendo de pista en una acción poco deportiva de Max Verstappen, quien se equivocó e hizo lo posible por llevar fuera de pista a Lando Norris, provocando un doble pinchazo entre los dos contendientes.
Las consecuencias de este incidente fueron un abandono de Lando Norris y u na parada adicional de Verstappen junto con una sanción de diez segundos inocua, que le llevaron a quedar quinto .
Este mano a mano tan agresivo y su desenlace evocan a otras batallas en el Red Bull Ring que han sentado diversos precedentes en la F1; el choque entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg en 2016 o el de Charles Leclerc y el propio Verstappen en 2019.
Ahora con dos pilotos jóvenes, amigos, en pleno ascenso e inmersos en un duelo, l as dinámicas dentro de la F1 amenazan con recrudecerse y a lo mejor sentar un nuevo precedente en clave reglamentaria.