Un total de 32 parejas de hermanos y un trío han competido en toda la historia del mundial de motociclismo, pero nunca habían coincidido tantos como ahora: cinco pares de hermanos corren en el mundial de MotoGP en 2021, una situación sin precedentes.
“Hay centenares, miles, de niños por toda Europa yendo en moto, y que lleguen al mundial de MotoGP hay poquísimos. Entonces, que lleguen dos hermanos es aún más difícil”, explica Aleix Espargaró. Es tan dificil que en 72 años de historia, solo ha pasado 33 veces , y nunca con tantos a la vez como sucede hoy en dia.
Antes, hubo otros como Joaquín y Ramón Gali, que disputaron más de 150 Grandes Premios en los años 80, y coincidieron, en algunas carreras, con los hermanos Agostini o los Calafat. “En España, y en nuestra zona, se ha respirado este ambiente en las familias. Se ha creado mucho ambiente de moto, de Bultaco, Montesa, Ossa, Derbi... Esto ha traído tradición”, explican. Aunque coincidir con tu hermano en pista no siempre es fácil: “A otro le pasas sin ningún miramiento, y si te encontrabas a tu hermano, decías, aquí no le podré hacer el hachazo”.
En la categoría reina, cuando aún era 500cc, incluso llegaron a coincidir dos hermanos en el podio. “Mi mejor recuerdo es en 1997, en Imola. Yo acabé segundo y mi hermano pequeño Takuma, tercero. Dos hermanos en el mismo podio en 500 es un gran momento, un gran recuerdo”, recuerda Nobuatsu Aoki.
Los Checa también coincidieron en tres carreras, cuando David sustituyó a Toni Elías en 2005, época en la que Carlos Checa competía en MotoGP. “Fueron tres carreras muy únicas y muy especiales”, explica el ahora comentarista de DAZN.
"Es una motivación batallar con Valentino en carrera"
“En mi caso, me ayuda muchísimo tener a mi hermano compitiendo”, asegura Marc Márquez. Su hermano, Alex, no lo tiene tan claro: “A un 8 veces campeón del mundo no ayuda tenerlo. Te ayuda de manera personal, como piloto, sí que puedes tener un apoyo muy bueno, pero después está la presión, la gente, los fans... cuesta llevarlo, sobre todo cuando eres joven”, asegura.
“En pista, en el circuito, cada uno hace su trabajo, pero, sobre todo, ayuda fuera, el poder entrenar con alguien con tu misma pasión. Compartir con un hermano esa pasión es de los regalos más grandes de la vida”, añade Alex Márquez. Compartir un trabajo tan especial con tu hermano tiene “cosas negativas y positivas”, explica Luca Marini, que reconoce que es “una motivación para mejorar, entrenar y batallar con él en carrera”.
Enfrentarse en la pista, en cambio, puede ser difícil. “Estos últimos años he coincidido bastante en pista con Pol, y no le adelantas ni le tratas igual que a otro. Nunca pego hachazos a los demás, pero a mi hermano menos aún”, reconoce Aleix Espargaró. Su hermano, Pol Espargaró, es mucho más directo y reconoce que “no le gusta” sufrir por partida doble: “Bastante presión tenemos, además de la rivalidad entre los pilotos, bastantes caídas y malos momentos... como para, encima, tener a tu hermano que le va pasando lo mismo. Los problemas que tienes tú, también los tiene él. Eso no me gusta, pero, aun así, es un orgullo”.
Los hermanos mayores marcan el camino
“Muchas veces el hermano mayor es el que empuja al pequeño”, reconoce Marc Márquez. “Yo también jugaba de pequeño al fútbol, y me gustaba mucho, era portero, pero como mi hermano era un loco de las motos al final me decanté por las motos", relata Pol Espargaró.
Cuando el hermano mayor hace algo, el pequeño lo ve y lo quiere replicar. Así ha pasado con los Márquez, los Rossi, los Espargaró, los Binder y los Fernández, que comparten pasión, entrenamientos y, en el caso de los tres primeros, también pista en la categoría reina.