Este domingo hemos aprendido que correr en Sajonia a 35 grados es peor que hacerlo en Tailandia o Indonesia, el sofocante calor en el circuito de Sachsenring ha convertido este Gran Premio de Alemania de MotoGP en uno de los más duros de su historia.
Si ya el trazado es exigente de por sí para el físico del piloto, un asfalto a 55 grados lo complica más, falta de agarre y un desgaste extra para los neumáticos. Una carrera de supervivencia que no todos los pilotos de MotoGP han superado, siete abandonos en total.
El nuevo káiser
Fabio Quartararo se ha ganado el derecho a sentarse en el trono vacío de Marc Márquez en Sachsenring. ‘El Diablo’ ha ejecutado una carrera perfecta de principio a fin y encima con una estrategia distinta a la de sus rivales, montando la goma media en la rueda trasera de su Yamaha.
El compuesto le había dado confianza en otras sesiones del fin de semana, pero en parrilla sus propios técnicos dudaron al ver que solo Viñales y Pol Espargaró también la llevaban. Quartararo tiró de galones de campeón del mundo y se mantuvo firme en su decisión.
En la pole estaba Bagnaia y cuando se apagó el semáforo, Quartararo salió mejor y le ganó la posición en la primera curva. Pecco se revolvió y en el siguiente paso al llegar a la uno superó a Fabio, pero éste se defendió por el interior y con toque incluído, recuperó el liderato de la carrera.
Quartararo apretó para escaparse y en la tercera vuelta marcó su mejor crono y le metió 6 décimas a Bagnaia. El italiano, viendo que ‘El Diablo’ se le escurría, cometió un error dando gas en la delicada curva 1 y se fue al suelo.
La caída de Pecco no relajó a Fabio porque Zarco estaba a apenas un segundo y no consiguió ampliar esa distancia durante la primera mitad de la carrera. Ambos fraceses rodaron en un ritmo de 1’21 altos y 1’22 bajos.
Pasado el ecuador de la carrera todas las gomas cayeron, pero sorprendentemente la media trasera de Quartararo aguantó mejor que los neumáticos más duros de sus adversarios y amplió su ventaja, cruzando la meta a placer con 5 segundos de margen.
Una victoria aplastante y de un mérito enorme si contamos que Fabio ha estado enfermo desde el FP1 a la carrera y que sigue siendo el único piloto Yamaha que saca rendimiento a la moto, mientras que sus compañeros de equipo y marca llevan perdidos toda la temporada. También es la primera vez que gana en Sachsenring y en un circuito de sentido contrario a las agujas del reloj con mayoría de curvas de izquierdas. Un trazado que no le gustaba, pero viendo como ha celebrado la victoria y todos los puntos que ha sumado aquí, puede que se convierta en uno de sus preferidos.
Rivales en apuros
El gran perdedor del Gran Premio de Alemania ha sido Bagnaia porque con este segundo cero consecutivo, el cuarto en diez carreras, se aleja a 91 puntos de Quartararo. Una distancia que parece casi imposible de remontar cuando ya hemos terminado la primera parte del campeonato. El golpe es duro en Ducati, contando con las mejores motos de la parrilla ven como se les escapa de nuevo el mundial de pilotos, por mucho que Zarco esté tercero en la general (a 61 puntos).
El otro francés de la parrilla ha hecho una gran carrera, después de realizar el adelantamiento más espectacular de la jornada (en la 11 a Aleix Espargaró), pudo rodar al ritmo de Quartararo durante bastantes vueltas, ganando una preciosa distancia que luego le sirvió para conservar la segunda posición.
El tercero en el podio fue Jack Miller, el australiano nos sorprendió a todos porque saliendo sexto tenía que cumplir la penalización de la ‘long lap’. La hizo en la vuelta 5 y recuperó el tiempo perdido hasta ocupar el último escalón del cajón tras forzar el error de Aleix Espargaró.
Zarco y Miller ocuparon el sitio de Aleix, el piloto de Aprilia tuvo problemas durante toda la carrera con unas extrañas vibraciones en el tren delantero que le privaron de sacar el buen ritmo de los entrenamientos. Un ritmo que de todas formas no le habría alcanzado para luchar mano a mano contra Quartararo. Aleix sabe que está un punto por detrás del francés y en su garaje necesitan mejorar para que aspire seriamente al mundial. La buena carrera de Maverick, luchando por el podio antes de la avería del regulador trasero (el famoso ‘holeshot’) , puede ser una buena señal de que el equipo está evolucionando.
Honda sin puntos 40 años después
Nunca en la era MotoGP se había quedado un piloto Honda sin puntuar en una carrera del mundial. De hecho, hay que irse más atrás, a 1982 hace 40 años para encontrar un Gran Premio en el que Honda se haya ido completamente de vacío. La caída de Nakagami, los abandonos de Álex Márquez y Pol Espargaró y la decimosexta posición de Stefan Bradl son los resultados de la marca del ala dorada en Sachsenring.
El más joven de los Espargaró, estaba muy tocado en las costillas por una caída fuerte que había sufrido el viernes y no pudo soportar el dolor durante toda la carrera, insistimos, seguramente la más dura de la temporada por la temperatura.
El abandono de Álex Márquez fue por causas técnicas, igual que a Maverick, se le atascó el ‘holeshot’ de la rueda trasera y tuvo que retirarse. En cuanto a Nakagami, es el segundo GP consecutivo en el que se cae y por parte de Bradl, el piloto de pruebas hace lo que puede y nadie le puede exigir los resultados de un piloto titular, además se marcha con quemaduras en un pie producto del infierno alemán.
Honda atraviesa un desierto y les quedan muchas dunas por subir, pero todo terminará el día que Marc Márquez vuelva a subirse a su moto. Ojalá a final de temporada.