Restaban apenas 15 minutos para que la segunda sesión de entrenamientos libres del GP de Bélgica de Fórmula 1 finalizara. Apenas se vislumbraban novedades en el horizonte y Max Verstappen debía mantenerse como el más rápido de la jornada.
La posición del piloto neerlandés no varió y el vigente campeón del mundo finalizó la segunda sesión como primer clasificado en un día de pruebas sobre Spa, donde Ferrari aspira a recortar distancias tanto con Red Bull como con el propio Max Verstappen.
Charles Leclerc concluyó en el segundo lugar, siendo el único que redujo la diferencia a menos de un segundo con respecto al piloto principal de Red Bull. Carlos Sainz, por su parte, acabó en el quinto lugar, mientras que Fernando Alonso tuvo que conformarse con ser séptimo.
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Es especialmente destacable que Lance Stroll, compañero del asturiano en 2023, logró hacerse con el cuarto puesto en una sesión de entrenamientos libres marcada por la aparición de lluvia en una recta final en la que apenas hubo variaciones clasificatorias.
En ese momento, Lewis Hamilton dejó una de las acciones de mayor dificultad. El piloto británico comenzaba a subir Eau Rouge, una de las curvas más icónicas de todo el calendario de Fórmula 1, cuando el monoplaza se fue de atrás.
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La situación era de máxima dificultad, pero el siete veces campeón del mundo logró controlar el coche a una altísima velocidad para mantenerse en la pista y evitar un accidente que podría haber producido serios daños tanto en el británico como en el Mercedes.
Y es que Eau Rouge obliga, a todos los pilotos, a levantar inconscientemente el pie del acelerador para evitar momentos como los experimentados por Lewis Hamilton en los últimos minutos de la sesión de entrenamientos libres.