Su rostro era el reflejo de una decepción tremenda. La de un Lewis Hamilton que, con todo a favor para darle un golpe tremendo al Mundial, hizo un recto que ya es historia de la Fórmula 1.
Max Verstappen se había quedado fuera de toda lucha después de un reventón en plena recta de Bakú y todos los ojos apuntaban a él, vigente campeón, en la resalida. Y bien lo hizo, ganándole la posición a 'Checo' Pérez y colocándose primero de una histórica carrera a solo dos vueltas.
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Pero entonces sus frenos dejaron de funcionar, o no como a Lewis le hubiera gustado, y entonces él mismo se dio cuenta. Hamilton había pulsado un botón que no debía y que acabó arruinando su carrera.
"Es difícil de explicar, pero después de la salida le he dado a un interruptor. No sabía ni que le había dado y no me han funcionado los frenos así que me he ido recto", confesó totalmente decepcionado el siete veces campeón del mundo al micrófono de Noemí de Miguel en DAZN.
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Y es que el desenlace de la carrera de Azerbaiyán fue tan inesperado como espectacular. Una espectacularidad que no le dio la cara, sin embargo, a Lewis Hamilton: "Siento dolor. Mucho dolor. Porque además he perdido a un amigo cercano y quería conseguir un buen resultado por él".
"Quiero pedir perdón al equipo porque ha trabajado muy duro. En un momento teníamos todos los puntos y al siguiente no teníamos ninguno", dijo el británico, que de ocupar la primera posición y auparse al liderato del Mundial pasó a terminar 15º y desaprovechar una oportunidad de oro