El FP2 del Gran Premio de Catalunya 2013 marcó un antes y un después. Fue un momento fatídico que está, para siempre, grabado en la memoria de los aficionados. Pero, por encima de ese momento, quedó grabada la sonrisa de un chico humilde que inundaba el paddock y la vida de los que le conocían de felicidad. La sonrisa de Luis Salom.
'Recordando a Luis', el homenaje de DAZN a Salom
En 2021, coincidiendo con el fin de semana del GP de Catalunya, se cumplen cinco años de aquel instante en que la vida cambió para una persona muy importante en la vida de Salom: María Horrach, su madre. “Cuando yo salgo del Circuito de Montmeló, mi vida ya había cambiado, aunque yo todavía no lo supiera”, reconoce, echando la vista atrás, durante una entrevista con Ernest Riveras ya disponible en DAZN.
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La personalidad de Salom era arrolladora y, sobre todo, positiva. “Era alegre, positivo, la típica persona que siempre ve el vaso medio lleno, llenaba la casa de energía”, asegura María. “Como hijo, era mi gran compañero. La persona que nunca me fallaba, mi confidente, mi amigo, mi hijo, era mi todo. Ha dejado un hueco en mi alma tan absolutamente terrible, que en mi vida hay un antes y un después”, añade.
Su forma de ser era y es, a pesar de todo, su gran carta de presentación: “tenía tal carisma que él lo dejó todo dicho, todo el que lo conoció lo quiso por el carisma que tenía, porque las personas con carisma tienen unas cualidades que nos atraen y nos gusta estar con ellos”, explica María. “Son personas a las que nunca olvidamos”, añade.
Sus rivales y compañeros recuerdan a Luis Salom
El carisma de Salom era tan llamativo que marcó a todo integrante del paddock de MotoGP que pudo conocerle. “Luis tenía una energía muy ‘heavy’. Era una persona que transmitía esa energía y buen rollo”, asegura Joan Mir. “Lo que yo recuerdo es la gran personalidad que tenía con lo joven que era, tenía las ideas superclaras, le veías un tío serio, enfocado en el objetivo, a veces quizás demasiado con lo joven que era.
Era un gran talento, pero también un chaval muy majo, muy humilde”, recuerda Aleix Espargaró.
Además, la figura de su madre era imprescindible, siempre a su lado. Incluso Marc Márquez reconoce que “el primer recuerdo es su madre”. “Él lógicamente era extrovertido, tenía carácter en pista y fuera de ella. Pero, sobre todo, su madre, que siempre le acompañaba y lo sufría tanto o más que él”, comenta.
Valentino Rossi también tiene palabras de cariño para el piloto mallorquín: “Lo recuerdo fuera de la pista, era un chico muy simpático, muy amable. Y, de hecho, tenía muchos amigos en el campeonato”.
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El palmarés de Luis Salom Horrach
Luis Salom disputó 113 carreras en los 8 años que compitió en el mundial de motociclismo, siendo el subcampeonato de Moto3 en 2012 su mejor resultado. Al año siguiente, en 2013, terminó tercero. Consiguió un total de nueve victorias y 25 podios.
Su primera victoria, en Indianápolis 2012, era su carrera favorita. “Iba con la Kalex estaba luchando contra las KTM oficiales, que iban como un tiro. Fue un año fantástico, hubo gente que hizo montajes con esa carrera, con música, y aún me emociono viéndolos”, relata su madre.
Por qué le llamaban 'Mexicano'
El apodo de Luis Salom era “el Mexicano”, un título que se extendió a toda la estética que le rodeaba: sombrero, Catrinas o motivos mexicanos decoraban su mono, casco e incluso su piel, con muchos tatuajes.
“El manager de Luis, Marco, compró un caballo de carreras al que llamó Mexicano. Le estuvo preparando, dándole la mejor alimentación y todo. Y cuando llegó la carrera, el caballo se quedó parado y no arrancó, después de haberse gastado muchísimo dinero. Marco se reía del caballo de su hermano, y cuando él empezó a ayudar a Luis, el hermano le preguntaba ‘¿qué tal tu Mexicano, se queda parado en la parrilla de salida o arranca?’ y acabó poniéndose el apodo por esta anécdota”, relata María Horrach.
La lucha por el título de Moto3 en 2013 en palabras de Maverick Viñales y Álex Rins
En 2013, a pesar de acabar tercero, fue cuando más cerca estuvo de conseguir el título mundial. A pesar de lucharlo hasta la última carrera, el propio Salom le dijo a su madre que “no estaba escrito que ganara ese título”, que “lo había dado todo, pero en algún lugar no estaba escrito que ganara este título”.
Maverick Viñales y Álex Rins fueron sus dos grandes rivales en un 2013 mágico. Una temporada en la que el título se decidió en la última carrera, casi en la última curva, y Maverick Viñales se apuntó un mundial en el que los tres pilotos españoles pelearon en cada carrera. Entre los tres, ganaron 16 de las 17 carreras que se disputaron. Salom fue el que más ganó, siete, sumando un total de 12 podios.
“Fue una temporada en la que el podio era siempre nosotros tres, y con muchísima tensión, éramos mucho más jóvenes”, cuenta Rins en una entrevista con Izaskun Ruiz, disponible en DAZN, en la que recuerda, junto a Maverick Viñales, la figura de ‘el Mexicano’. “Era un piloto agresivo, y tenía mucha habilidad en la última vuelta, ganarle en el uno a uno era difícil”, recuerda Viñales. “Era un rival muy duro, en las últimas vueltas cambiaba el chip y te sacaba 0.7 o 0.8, te dejaba sin opción para devolverle el adelantamiento”, añade el piloto de Suzuki.
“Ojalá estuviera ahora en MotoGP, luchando contra nosotros, como en 2013”, imagina Viñales. La determinación de Salom hablaba por él, y su carisma hacía presagiar que llegaría lejos. Y lo ha conseguido: ha llegado a quedarse en el corazón de todos los aficionados.