El Mundial de MotoGP ha desembarcado en Europa para celebrar su primera carrera de la temporada en el viejo continente. El GP de Portugal en Portimao es la primera de una serie de carreras en suelo europeo que se prolongará hasta el próximo mes de septiembre.
A esta carrera, la quinta de la temporada, Enea Bastianini ha llegado como líder del campeonato en la categoría reina. El ocho veces campeón del mundo, el español Marc Márquez, se encuentra a 40 puntos de distancia, lo que convierte al catalán, en este inicio de campaña, en un candidato a hacerse con el título. Al menos, esa es la idea tanto del piloto como del equipo.
La primera prueba para dar un paso adelante en la clasificación la tiene en la carrera de este domingo, en la que partirá desde la novena plaza tras una clasificación loca durante la tarde del sábado en la que hubo que esperar hasta los últimos minutos para disfrutar de una pista seca.
Y es que ha sido un fin de semana lluvioso en Portimao. Tanto los entrenamientos libres como la clasificación del sábado comenzaron siendo pasados por agua. Por este motivo, hubo pilotos que decidieron no arriesgarse y quedarse en el box en los entrenamientos libres.
En la clasificación, evidentemente, había que rodar. Marc Márquez, que durante unos instantes de la Q2 compartió las dos primeras posiciones con su hermano Álex, uno de los pilotos más sólidos del fin de semana, estaba rodando rápido hasta que el propio Álex, Mir, Zarco, Quartararo y Miller comenzaron a pulverizar el crono.
Empezó, entonces, una guerra de tiempos en la que ninguno de los pilotos conseguía consolidarse en la primera posición, que cambiaba constantemente de dueño. En los últimos minutos, con la pista prácticamente seca, todos decidían arriesgar y el tiempo cada vez era más bajo.
Fue en esos últimos minutos en los que Marc logró hacer un registro fantástico que le sirvió para ponerse en cabeza. Era la última vuelta que el catalán podía dar y había batido el tiempo de Fabio Quartararo, que acababa de situarse líder.
Sin embargo, una caída de Pol Espargaró en el segundo sector, con la consiguiente bandera amarilla, había obligado a todos los pilotos a cortar y, en caso de no hacerlo, se le anularía el tiempo de la vuelta. En esa situación se encontró el piloto de Yamaha, vigente campeón del mundo, y el propio Marc Márquez.
En declaraciones a DAZN, tras la clasificación en la que se tuvo que conformar con la novena plaza, el ocho veces campeón del mundo reconoció que era consciente que su vuelta sería cancelada y que tendría que salir en la carrera del domingo desde la tercera fila.
"Estaba esperando a los últimos momentos, pero tiene ese riesgo estar esperando a que la pista se mejorase para intentar evitar ese riesgo porque hemos visto muchas caídas en la Q1. Venía bien, pero ya cuando he encarado la última curva he visto la bandera amarilla. Ahí ya he aflojado un pelín, pero todavía he seguido y he acabado la vuelta. Sabía que se cancelaba. Salimos novenos mañana, pudimos haber salido mucho más delante, pero será una carrera extraña, tiene que acompañar todo: la suerte, la elección de los neumáticos y un poco estar a la expectativa de cuál será el ritmo de carrera".
"Esta tarde intentaré utilizar los datos de Alex y Pol, que corrieron aquí la última carrera. Era una moto diferente, pero para intentar entender a nivel de electrónica ya que yo no corrí. Mañana el warm up creo que será en seco, ahí podemos entender un poquito las cosas y todos los pilotos pueden encontrar ya la línea. Quizás no sea una carrera muy rápida, pero será una carrera en la que todo el mundo tendrá las referencias justas para ir rápido".
Además, Marc fue preguntado por su caída en la tercera sesión de entrenamientos libres. Cuando había transcurrido prácticamente la mitad de la tanda, el ocho veces campeón del mundo sufrió un 'highside' y voló sobre su moto. Por fortuna, y a pesar de lo aparatoso de la caída, el golpe no fue fuerte y pudo continuar de inmediato.
"Ha sido una caída lenta, un poco aparatosa, pero lenta, porque era en primera. He golpeado los dos brazos y la cabeza, pero todo bien. No significa que con cada golpe en la cabeza vaya a pasar algo".