Era uno de los momentos más esperados del fin de semana. Marc Márquez, piloto de MotoGP ocho veces campeón del mundo de motociclismo, regresaba al paddock en el GP de Austria y, antes de la rueda de prensa de pilotos, el catalán ofrecía una rueda de prensa para explicar la evolución de su operación y la deriva que debería tomar Honda en el campeonato..., pero todo eso se paró por una torrencial tormenta sobre el circuito.
Todo transcurría con total normalidad: los periodistas tomaban sus asientos frente a un lugar reservado para el piloto nacido en Cervera, que llegaba puntual a la cita para atender cuantas preguntas fuesen necesarias con el objetivo de explicar claramente en qué punto se encuentra su brazo, operado por cuarta vez en su carrera.
El mayor de los hermanos Márquez se encontraba sonriente, tranquilo y sereno. Atrás quedaron las dudas que, sobre la moto, le provocaron su hombro antes de que se tuviera que someter a una nueva intervención quirúrgica que tiene como objetivo solucionar la excesiva rotación y devolver al talentoso piloto al nivel que ya ha demostrado tener.
Justo después del acto de Marc Márquez debía tener la rueda de prensa del resto de pilotos, que encaran una nueva prueba en el Red Bull Ring de Austria con Fabio Quartararo al frente de la clasificación de la categoría reina, que pretende conquistar por segunda temporada consecutiva.
La multitud se arremolinaba en la pequeña sala preparada a tal efecto para tomar nota de las declaraciones efectuadas por Márquez, una de las voces más autorizadas de la parrilla, y trasladarle todas las preguntas al piloto de Honda.
Sin embargo, poco antes de alcanzar los 20 minutos de rueda de prensa, una torrencial tormenta descargaba toda su furia sobre el trazado austríaco. Tanto es así que los cuadros comenzaron a tambalearse, e incluso las débiles paredes se movían.
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Márquez echó la vista, atónito, a la ventana situada a su izquierda. En un primer momento se lo tomó a broma. "Me da igual, yo voy ahora para el garaje...", comentó entre risas en un momento en el que cierto miedo ya comenzaba a recorrer el cuerpo de algún que otro periodista.
Justo antes de ese comentario le habían preguntado por la fortaleza mental demostrada para entrar de nuevo al quirófano. Tras la mencionada broma, y después de pedir que le repitieran la cuestión, Márquez respondió con sinceridad.
Pero la tormenta aumentó su fuerza y el piloto catalán no pudo responder a ninguna otra pregunta. Ante la magnitud de la lluvia que caía en Red Bull Ring, y debido a la fragilidad de la sala en la que se encontraban, el de Cervera ya tenía más inseguridades. "¿Es seguro esto?", preguntó a los organizadores.
Los periodistas también echaron la vista a la ventana, observando cómo la tormenta no amainaba en ningún momento. Debido a este momento de parálisis generalizada, y evitando una posible tragedia, el equipo de prensa de Honda decidió cancelar una rueda de prensa que, de continuar, se habría tornado en incómoda, por lo que lo mejor era detener ahí el turno de preguntas.