581 días sin ganar son muchos. Y más para alguien tan acostumbrado a saborear las mieles del éxito como Marc Márquez, ocho veces campeón del mundo (seis de ellas en MotoGP).
Pero las lesiones y los malos tragos no avisan. Tampoco al ocho veces campeón del mundo, que, tras nueve meses ausentes, varias operaciones y un retorno fallido entre otras cosas, volvió a ganar una carrera 581 después.
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Y es que ganar en Sachsenring, donde ha logrado vencer en las once últimas carreras que ha disputado, fue algo más que una simple victoria para el '93'. Fue dejar atrás muchas horas de trabajo por volver a ser el de antes y el dolor de no verse capaz de pilotar como él siente que puede hacerlo.
Algo que sí consiguió en su gran premio fetiche, el de Alemania. De ahí que la emoción desbordara a un Marc Márquez que, aunque piensa que este no es su nivel real a estas alturas, sabe que es dar un paso hacia él.
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Así se lo hizo saber también a su equipo, el Repsol Honda Team, en la celebración en el box que captaron en exclusiva las cámaras de DAZN.
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"Muchas gracias a todos. Ha sido un momento complicado y sé que para muchos de vosotros ha sido muy complicado", confesó rodeado de los miembros de Honda.