Marc Márquez ha hecho frente, durante los últimos meses, a diversas lesiones que le han lastrado y le han impedido, durante las dos últimas temporadas, competir por lo que mejor sabe hacer: ganar carreras.
El piloto catalán, que fue capaz de alzarse con cuatro títulos de campeón del mundo de la categoría reina de manera consecutiva, trata ahora de recuperar su mejor versión y poder luchar por victorias.
De momento, el éxito parece esquivo y las motos más rápidas superan a su Honda. Fabio Quartararo, Jack Miller o Pecco Bagnaia, además de Enea Bastianini en la presente edición del campeonato, son ahora los pilotos que suelen copar las posiciones de privilegio.
Marc Márquez, fiel a su '93', se tiene que conformar, hasta ahora, con firmar cuartas, quintas, o sextas posiciones en las carreras, siendo consciente de que aún está lejos el día que pueda pelear, de manera regular, por las primeras posiciones de la clasificación.
En cualquier caso, la experiencia es un grado y el piloto de Cervera sabe desenvolverse en los días malos, tratando de prepararse para, llegado el caso, volver a luchar por un éxito que pueda sostener en el tiempo.
En la última entrega de 'La Caja' de DAZN, en la que el catalán fue entrevistado por Izaskun Ruiz a través de diversos objetos que están íntimamente relacionados con hechos sucedidos en su carrera deportiva, detalló uno de los cambios que ha debido llevar a cabo tras sus lesiones.
Y es que Márquez, hasta el momento, se mantenía impasible durante los minutos previos a la carrera, en los que está subido a la moto en la parrilla de salida y concentrado de cara a lo que pueda acontecer en cada domingo.
Ahora, en cambio, y desde hace relativamente pocas carreras, no es raro observar al ocho veces campeón del mundo con unos auriculares y escuchando música. Igualmente concentrado, pero encarando la carrera de un modo diferente.
Cuestionado sobre este cambio en su manera de afrontar el domingo de competición, Marc Márquez detalló a qué se debe esta variación en uno de sus rituales.
"He cambiado mis rituales de concentración, porque es muy largo, son 25 minutos allí y digo 'con musiquita se hace más rápido'. Me tomo los fines de semana como una diversión ahora, no como una obligación de 'tengo que salir a ganar', sino como una diversión, si hago cuarto, cuarto; si hago quinto, quinto; si hago sexto, sexto. Ya llegará. Ojalá".