Ferrari se marchó cabizbaja del GP de Hungría de Fórmula 1. En la previa habían logrado una posición inmejorable para dar un golpe sobre la mesa y recortar puntos tanto a Red Bull, en el campeonato de constructores, como a Max Verstappen, en el de pilotos.
Y es que, de salida, tanto Carlos Sainz como Charles Leclerc se las prometían muy felices desde su segunda y tercera posición, respectivamente. Su rival, el vigente campeón del mundo, iniciaba el domingo desde una lejana décima plaza, una por delante de su compañero de equipo, Checo Pérez.
De hecho, el principal rival del español y el monegasco, en teoría, por hacerse con la victoria era el británico George Russell. El día anterior, durante la clasificación, el piloto de Mercedes deslumbró en la última vuelta con su monoplaza y superó a los dos bólidos rojos.
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En la carrera, sin embargo, malas decisiones estratégicas acabaron relegando a los pilotos de Ferrari a la cuarta y sexta posición, viendo cómo Max Verstappen protagonizó una espectacular remontada que culminó con la victoria del neerlandés en Hungaroring.
Por si fuera poco, Lewis Hamilton y George Russell completaron el podio, y Mercedes se acercó aún más a la escudería italiana en el campeonato de constructores: tan sólo 30 puntos separan a ambos equipos cuando resta la segunda mitad de temporada.
A la conclusión de la carrera, el Team Principal de Ferrari, Mattia Binotto, atendió al micrófono de DAZN F1 para, respondiendo a preguntas de Albert Fàbrega, detallar qué sucedió para que un día que podía ser feliz se tornara en una pesadilla.
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"Es muy frustrante. Es la primera vez en la que el coche no ha sido competitivo en carrera en esta mitad de la temporada. Hay que analizar y entender por qué hoy no teníamos velocidad. Y si no hay velocdiad, los neumáticos no funcionan. Podríamos debatir la estrategia, pero si el coche no lleva al neumático y el neumático no lleva a la estrategia, es la consecuencia, no la razón".
Sobre la decisión de montar los neumáticos duros en el monoplaza de Charles Leclerc cuando el monegasco lideraba la carrera, Binotto explicó que venía motivado porque, en la simulación del equipo, la goma funcionaba mejor de lo que ocurrió en la realidad.
"Esperábamos que los neumáticos duros funcionaran mejor de lo que lo han hecho. Como el coche no estaba funcionando hemos puesto el neumático duro y ha sido aún peor. En nuestra simulación tardaban en calentar, más lento que el medio, pero durante diez o doce vueltas, hubieran vuelto después. El duro no ha funcionado y el motivo es el coche. Carlos tuvo la misma estrategia de Lewis, pero no el ritmo de Lewis. Hoy hacía más frío que el viernes y por algún motivo no ha funcionado como esperábamos".
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Por último, en relación a consecuencias que pudiera tener en el equipo las dos malas paradas que sufrió Carlos Sainz en boxes de Hungaroring, y que acabó lastrando el resultado del español, el jefe de Ferrari echó balones fuera y defendió a los integrantes de la escudería.
"No es una cuestión de paciencia o decisiones. Hay que entender qué ha ido mal hoy y habrá que solucionarlo para la segunda parte de la temporada. Nuestro coche ha sido competitivo durante la primera parte del Mundial y en la última carrera no lo ha sido. Tiene que haber un buen motivo. Habrá que encontrarlo y solucionarlo".