Ganar tres campeonatos de F1 consecutivos con 26 años sólo es posible si te llamas Max Verstappen y tienes un talento y una capacidad vetada para el resto de los mortales.
Aprovechando el parón del Gran Circo hasta el inicio de la nueva temporada en Bahréin (1-3 de marzo), en DAZN hemos querido analizar la estructura mental del piloto de Red Bull y cómo la figura de su padre Jos durante la infancia fue clave para marcar la diferencia que está logrando en la competición.
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Max Verstappen y la dura influencia de su padre cuando le 'obligaba' a correr en karting: "Se quejaba del frío, pero no me importaba"
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"Recuerdo a mi padre en el circuito de karting diciéndome: ¡Vamos, vamos!. Casi saltaba a la pista para hacer que fuera más rápido. Nunca olvidaré esa imagen. Sin él no estaría aquí ahora mismo. La forma en la que me preparó desde pequeño...", afirma Max Verstappen.
"Hay mucha gente que piensa que fue muy duro conmigo, pero yo necesitaba eso. Así era mi personalidad y necesitaba ese tipo de trabajo. Mis padres han dedicado gran parte de sus vidas para intentar que yo llegara a la cima", asegura Verstappen.
"Es muy bonito compartir estos momentos juntos como ganar un Mundial. Mi madre está muy orgullosa, pero se pone muy nerviosa viendo las carreras. Es bonito como mi madre me entiende porque ella también fue piloto. Es bastante sencillo contarle las cosas", expone 'Mad Max'.
"Cuando era pequeño trabajamos muy duro en el karting. Íbamos al circuito y en invierno hacía mucho frío. Yo arrancaba la furgoneta para que se calentara y luego daba 10 vueltas y decía que tenía mucho frío", saca al descubierto Jos Verstappen.
"Le dejaba volver a calentarse y tres minutos después le hacía volver a la pista. Se seguía quejando del frío, pero no me importaba. ¡Conduce! Y tuvo buenos resultados. Porque lo que pretendía es que no se rindiera", defiende Jos.
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