Este mundial de Formula 1 tiene dos protagonistas, Lewis Hamilton y Max Verstappen, pero como en toda gran película, los secundarios son fundamentales y en este Gran Premio de Turquía lo han sido.
Valtteri Bottas partía desde la pole con Verstappen justo detrás. El objetivo del finlandés era evitar a toda costa que ‘Mad Max’ liderase la carrera y sacar más puntos de los deseados a un Lewis Hamilton obligado a salir desde la undécima casilla por haber cambiado el motor de combustión.
Antes de continuar es esencial comentar que las condiciones de la pista han sido las más raras de toda la temporada. Un asfalto mojado que nunca terminaba de secarse a pesar de que no llovía con más intensidad que la de un orvallo gallego y que, por mucho que pasaran 20 Formula 1 durante 58 vueltas, nunca se creó el carril seco tan típico de esta clase de carreras.
Las gomas intermedias fueron las obligatorias (más allá del experimento de Vettel con slicks medios que salió mal) y se estiraron todo lo posible. Algunos lo hicieron al máximo, como Esteban Ocon, que terminó la carrera sin pasar por boxes.
Volviendo a la acción, Bottas defendió con soltura la primera posición en la salida, y podemos decir, con tranquilidad, que en ningún momento tuvo peligro real de perderla. Leclerc intentó la machada de ganar sin cambiar de neumáticos, pero no resistió el ataque de Bottas, que con su segundo juego de intermedios superó al monegasco. A partir de ahí, carrera en el bolsillo. Prueba de la superioridad del piloto de Mercedes fue que cruzó la meta con trece segundos de ventaja sobre Verstappen. Primera victoria de la temporada y ¿la última con Mercedes?
El neerlandés terminó segundo, resultado que le devuelve al liderato del mundial con seis puntos de ventaja sobre Hamilton. Un buen premio tras un fin de semana donde Verstappen no ha brillado como en otras ocasiones, pasando incluso desapercibido en carrera, en tierra de nadie, sin opciones de alcanzar a Bottas, pero tampoco de que le alcanzasen a él. Esto último, mérito en buena parte de Sergio Pérez.
Tras una larga travesía de ocho carreras sin subirse al podio, ‘Checo’ Pérez ha vuelto al cajón en el Istanbul Park y muy merecidamente. El compañero de Verstappen en Red Bull fue fundamental para frenar la remontada que Lewis Hamilton estaba ejecutando.
En la vuelta 35, Hamilton lanzó su ataque al Red Bull de Pérez, quien, lejos de achantarse, respondió con una defensa extraordinaria que el heptacampeón del mundo no pudo superar sin correr un riesgo que le podría haber complicado mucho el campeonato.
Quedó claro que, en este tipo de batallas, los pilotos que no tienen nada que perder, como Pérez en este caso, parten con una enorme ventaja frente a tipos como Hamilton o Verstappen que no se pueden permitir arriesgar más de la cuenta porque pueden perder el mundial.
Bloqueado por Pérez, Hamilton decidió estirar la vida de sus neumáticos casi hasta el pinchazo, se quedó a siete vueltas de terminar la carrera con los mismos neumáticos de la salida, pero viendo que el riesgo era mayor que la ganancia, Mercedes le llamó a boxes. En las últimas vueltas no tuvo opciones de avanzar más allá de la quinta posición porque sus nuevos intermedios tenían ‘graining’ y pasó apuros para evitar que Gasly y Norris le adelantasen en los últimos compases.
Carlos Sainz, piloto del día
Carlos Sainz empezó el Gran Premio de Turquía decimonoveno (el penúltimo) y terminó octavo. Once posiciones ganadas y un sinfín de adelantamientos que le otorgaron por parte de toda la afición de la Formula 1 el premio de piloto del día.
Una remontada que Carlos ya tenía en la cabeza desde el viernes. Se veía obligado a estrenar una cuarta unidad de potencia completa, por lo que penalizaba siendo enviado al fondo de la parrilla. Encajado esto, desde los primeros entrenamientos en Ferrari trabajaron el ritmo de carrera y distintos tipos de configuraciones para llegar más preparados que nunca al domingo.
El trabajo y el talento de Carlos lo vimos todos cuando adelantó a Ricciardo, a los Haas, a los Alfa Romeo y a todo un cuatro veces campeón del mundo como Sebastian Vettel, el adelantamiento más agresivo que realizó Carlos, pero dentro del reglamento.
No todo pudo salir redondo porque en la parada el equipo falló y le retuvieron hasta ocho segundos antes de poder arrancar tras el cambio de neumáticos. Un error que seguramente impidió que Carlos acabase la carrera quinto o sexto, ya que por ritmo era de los coches más rápidos en el tramo final de la carrera.
La buena noticia al margen de la gran remontada es que ahora el madrileño cuenta con un motor completamente nuevo para las seis carreras que quedan y es un motor mejor que el anterior, con unos cuantos caballos de potencia extra.
El Plan de Fernando Alonso tendrá que esperar
Fernando Alonso había despertado las ilusiones de todo el mundo con su quinta posición en parrilla, la mejor desde 2014, y aunque ya dijo que el podio no era realista, en unas condiciones de mojado como las de esta carrera todo parecía cuadrar para ver una gran carrera del asturiano. Por desgracia la ilusión no nos duró más allá de la salida.
En la llegada de la primera curva, Fernando estaba en el exterior por delante de Gasly, su pareja de baile en este inicio de carrera, cuando el Alpha Tauri del francés impactó por detrás con su Alpine.
Lo que había pasado es que Pérez le había ganado el interior a Gasly y este se vio obligado a abrirse justo al sitio donde ya estaba Alonso. La acción terminó con el asturiano haciendo un trompo e incorporándose a pista en las últimas posiciones. Hubo sanción para Gasly y también para Fernando, que tocó después a Mick Schumacher haciéndole trompear.
Después de esto, sin banderas amarillas, sin más lluvia o Safety Car, no hubo opciones de sorprender y Alonso quedó estancado en la decimosexta posición, donde terminó.
Un Gran Premio donde la suerte estuvo del lado de Fernando Alonso el sábado, pero le dio la espalda el domingo, justo al revés de lo que llevamos viendo esta temporada. Tal vez en Estados Unidos si salga el plan.