Max Verstappen no acabó nada satisfecho la clasificación del GP de México de Fórmula 1. El sorprendente ritmo de los Mercedes en un trazado propicio para los Red Bull provocó que Valtteri Bottas y Lewis Hamilton se hicieran con la primera y segunda plaza, respectivamente, de la parrilla de salida para la carrera del domingo.
El piloto neerlandés se había mostrado superior durante todo el fin de semana, que parecía plácido para el líder del Mundial. Todos pensaban que durante el fin de semana, el de Red Bull podía dar un golpe encima de la mesa en sus aspiraciones para proclamarse campeón.
Nada más lejos de la realidad. La clasificación, aun así, comenzó bien para el aspirante al trono mundial, pero a medida que pasaban los minutos los Mercedes comenzaron a igualar el ritmo con las posiciones de cabeza hasta que, en la Q3, se confirmó la sorpresa.
Valtteri Bottas voló sobre el trazado mexicano y Lewis Hamilton hizo lo propio para consolidarse en la segunda plaza. Verstappen era tercero. Su compañero de equipo, cuarto. En cualquier caso, el neerlandés todavía disponía de una última vuelta para tratar de asaltar la pole.
Pero, por si fuera poco, se topó con un problema protagonizado por su compañero... y por un Honda. Yuki Tsunoda se había salido de la pista en la zona del estadio y Checo, desconcentrado, había replicado el movimiento del piloto nipón. Verstappen pensó que sacarían bandera amarilla y levantó el pie, impidiendo que pudiera mejorar su tiempo. Al final, el neerlandés se tuvo que conformar con la tercera posición para la carrera del domingo.
Al finalizar la sesión, atendió a DAZN para explicar cómo había transcurrido la clasificación y qué había pasado en los minutos finales, que confirmaron la mejoría de los Mercedes sobre los Red Bull.
"Sin duda no estoy contento por cómo se ha desarrollado la clasificación. No he tenido ningún agarre en la Q3 y es difícil traspasar la potencia en las ruedas, estaba deslizando mucho, y no sé por qué. Sin los problemas que he tenido hubiera podido pelear por la pole".
"No sé qué ha pasado con Yuki y con Checo. Se han ido fuera y he tenido que levantar, ha sido un gran desastre".
En la misma línea se expresó, en DAZN, el jefe de Red Bull, Christian Horner.
"Pensaba que íbamos a estar al menos en la primera línea porque Max está por delante en la última vuelta, pero Tsunoda nos ha arruinado la clasificación, no sólo a Max, sino también a Sergio. Pero estamos en la segunda línea, podemos hacer una buena carrera".