Max Verstappen vio su sueño cumplido tras un histórico GP de Abu Dhabi de Fórmula 1 en el que se hizo con la victoria en la última vuelta. El Safety Car a falta de cinco vueltas, provocado por el Williams de Nicholas Latifi tras un accidente, motivó que todo se decidiera en un último giro apasionante en el que los neumáticos jugaron un papel determinante.
El piloto neerlandés, que sustituyó los duros por un juego nuevo de neumáticos blandos para afrontar una última vuelta clave, supo leer mejor los tiempos y aprovechó la ventaja estratégica que otorga marchar por detrás para sobrepasar a un Lewis Hamilton cuyos neumáticos acumulaban ya un serio desgaste.
Tras adelantarlo en esa última vuelta, y después de consolidar la primera posición, Verstappen cruzó la línea de meta celebrando por todo lo alto convertirse en el campeón del mundo, sumando su primer título a su palmarés.
Cuando se bajó de su monoplaza, el flamante campeón se arrodilló ante él y, apoyado en su neumático, pareció darle las gracias por permitirle hacer historia y cumplir su sueño.
Mientras tanto, en el muro, el jefe del equipo de Red Bull, Christian Horner, celebraba el éxito entre lágrimas.
El propio Horner atendió, poco después, a DAZN para relatar cómo se sentía en ese momento y defender el papel del escudero de Max Verstappen: un Checo Pérez que tuvo un papel clave en el devenir del campeonato.
"Se merece el campeonato. Max ha hecho un trabajo excelente, estamos muy orgullosos de él. Hemos tenido un poco de suerte con el coche de seguridad, pero ha sido una gran estrategia. Y Checo..., ¡wow!".
"Ha sido complicado para los comisarios. Las decisiones fueron en nuestra contra el principio y seguro que Mercedes piensa que fueron en su contra al final. Creo que hicimos la decisión estratégica correcta".
Jos Verstappen, ex piloto de Fórmula 1 y padre de Max, también pasó por el micrófono de DAZN. Sacó pecho y mostró orgullo por su hijo, flamante campeón del mundo.
"Hay que ver la temporada en general, pero Max ha hecho un gran trabajo. Fue muy emocionante, especialmente la última vuelta. Sabíamos que si tenía la oportunidad iría a por ello, y lo ha hecho. Se merece el campeonato".
"Estaba un poco más tenso que en una carrera normal, pero tenía todo bajo control y se podía ver cómo era el mismo. En cuanto ve un hueco va a por él, como ha hecho siempre. Y eso le ha traído el campeonato".
Antes, padre e hijo se habían visto las caras. Sentado Max, arrodillado Jos, el padre parecía asegurarle al hijo que lo que había vivido no era un sueño, era real: se había proclamado campeón de Fórmula 1. Lo hacía, por supuesto, ataviado con una sudadera conmemorativa realizada para recordar tal efeméride.
Y es que la locura se había instalado en Abu Dhabi desde el mismo momento en el que Max Verstappen, con un amplio respaldo en las gradas, cruzó la línea de meta en primera posición, confirmando el liderato del Mundial en la última vuelta de la última carrera del año.