Max Verstappen siempre se ha caracterizado por ser un piloto con mucha personalidad tanto dentro como fuera de la pista y con un gran temperamento que, en varias ocasiones, le ha causado más de un problema.
Famosas son ya sus 'salidas de tono' y enfados por radio para recriminar cosas a su equipo, algo a lo que el equipo de Christian Horner ya se ha acostumbrado y de hecho, ha manifestado alguna vez, cree que le convierte en un piloto muy completo y ambicioso.
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En el GP de España, Verstappen volvió a dar muestra de este fuerte carácter. Cuando se encontraba en plena batalla por el tercer puesto con George Russell, el DRS de su monoplaza se cerró de golpe y no pudo ni acercarse al Mercedes.
Este problema desató la ira del neerlandés que echó una gran reprimenda a su equipo por radio.
"¡Ni siquiera somos capaces de hacer que el DRS funcione! ¡INCREÍBLE!", dijo visiblemente enfadado.
George Russell y su legendaria defensa ante Max Verstappen en el GP de España de F1
El Mundial de Fórmula 1 alcanzó en el GP de España la sexta cita de la temporada con Charles Leclerc al frente de la clasificación y con Max Verstappen tratando de recuperar la mayor cantidad de puntos posibles con respecto al piloto de Ferrari.
El vigente campeón del mundo ha cambiado de rival por el título desde la pasada edición hasta este 2022. Si en 2021 fue Lewis Hamilton quien discutió el entorchado que acabaría llevaándose el neerlandés, en esta ocasión es el monegasco quien quiere saborear las mieles del éxito a final de temporada.
Tenía todo de cara Leclerc en el inicio de la carrera para hacerse con el triunfo en Barcelona, lo cual habría supuesto un empujón importante en sus aspiraciones de continuar el mayor tiempo posible como líder de la clasificación general de Fórmula 1.
Y es que, a pesar de que Carlos Sainz se marchó a la grava en la séptima vuelta, algo que supuso un serio contratiempo para Ferrari, como equipo, y para el madrileño, a título individual, lo más llamativo ocurriría, para Leclerc, dos vueltas después.
En el noveno giro era Max Verstappen quien, en el mismo punto que Carlos Sainz, se marchaba fuera de la pista. En esta ocasión, el campeón del mundo no perdió tantas posiciones y únicamente se vio superado por George Russell y por Checo Pérez.
El mexicano, evidentemente, permutó su posición al instante, permitiendo a Verstappen recuperar la tercera posición y encimar al británico de Mercedes. Sin embargo, algunos problemas con la apertura del DRS retrasó un adelantamiento que todos daban por hecho.
Russell se hizo fuerte en la segunda posición, consciente de que Leclerc quedaba muy lejos y de que tendría que hacerse muy grande para evitar que Max Verstappen y Checo Pérez acabaran adelantando a un Mercedes inferior a los dos Red Bull.
Los citados problemas con el DRS y la imposibilidad de sobrepasar al piloto británico acabó motivando que el neerlandés hiciera una parada en boxes. Checo Pérez tomó el relevo y, en este caso, sí fue capaz de adelantar al compañero de Lewis Hamilton y ponerse en segunda posición.
Justo antes de la parada del piloto de Red Bull, Russell había minado la moral de todo el equipo austríaco con una defensa legendaria que motivó que su Mercedes no viera su posición alterada cuando todo hacía indicar que Verstappen ya lo había adelantado.
En las tres primeras curvas de la vuelta 24, Verstappen logró acercarse mucho más al Mercedes y, con el interior ganado, se dispuso a situarse en segunda posición. Russell, sin ningún tipo de pudor, le metió el coche por fuera y recuperó la plaza, que defendió durante los siguientes giros.
Aquello desesperó a Verstappen, que paró en boxes poco después para tratar de volver a intentarlo y, esta vez sí, superar a un Russell tremendamente combativo durante el GP de España. Finalmente, el piloto neerlandés se llevó la victoria y, tras el abandono de Charles Leclerc, es el nuevo líder del Mundial.