Max Verstappen, un líder sólido y de masas
Después de mucho tiempo las gradas del Red Bull Ring volvían a rebosar de aficionados y entre ellos solo vimos un color, el naranja. Decenas de miles de personas entregadas a la escudería de su país, pero sobre todo a su estrella, Max Verstappen.
El neerlandés salió desde la pole y no sufrió para mantener su posición frente a Norris. Tras la primera vuelta, un accidente de Ocon hizo salir el coche de seguridad y Verstappen relanzó la carrera en el principio de la recta sorprendiendo a todos. Así que mientras Norris, Pérez, los Mercedes y todos los que venían detrás se enfrascaban en sus luchas particulares, Verstappen tenía vía libre para volar.
Y vaya si voló, tanto como los aviones de acrobacias que pasaron sobre el circuito antes de la carrera. Un asfalto más fresco que el de la semana pasada le permitió estirar más la vida de los neumáticos medios del inicio y se mostró mucho más rápido que los Mercedes aún con las gomas gastadas. Red Bull no falló en la parada y con los neumáticos duros llegó a tener casi medio minuto de ventaja sobre el segundo. Esto le permitió una parada gratis para ya encima llevarse el puntito de la vuelta rápida.
Todo esto dio como resultado la tercera victoria consecutiva de Verstappen (la quinta de Red Bull) que le consolida en el liderato del mundial de Formula 1 y lo que es mejor, ya tiene 32 puntos más que Hamilton, es decir, más de un Gran Premio de ventaja.
‘Mad Max’ se ha fortalecido en este triplete, en especial en el doblete de casa y lo que es más importante, parece que se ha mentalizado ya de que puede ser campeón a sus 23 años. Se le nota en las celebraciones, de la euforia desatada de sus primeras victorias ha pasado a una alegría más medida, la del que sabe que para ganar el campeonato, todo depende de él.
Lando Norris no solo es el piloto del día
Lando Norris se ganó la simpatía de los aficionados en sus dos primeras temporadas, pero en esta se está ganando el respeto de los más escépticos del paddock. Ya no es solamente un joven inglés bromista y majete, es un piloto que este año ya ha subido tres veces al podio y es el único que ha puntuado en los nueve Grandes Premios que llevamos. Eso es mucho decir en una temporada donde la fiabilidad de todos los monoplazas está siendo muy alta y está habiendo muy pocos abandonos por problemas mecánicos.
Su actuación en Austria quedó ensombrecida por una discutible sanción de 5 segundos que recibió tras un lance de carrera con Checo Pérez, una maniobra en la que ambos iban en paralelo en curva y en la que los comisarios decidieron que el espacio que Norris, desde el interior, dejó al mejicano no fue suficiente y provocó la salida de pista del Red Bull.
Después de este incidente, Norris nos dejó a todos alucinados al resistir durante más de 10 vueltas los ataques de Hamilton, al conocer la penalización Norris bajó las defensas y Hamilton le adelanto no sin antes soltar un piropo a su compatriota por la radio: “Que gran piloto es Lando”.
Por todo esto, Norris fue elegido por los aficionados como el piloto del día, pero todos sabemos que si no existiera Verstappen, sería el piloto de la temporada.
Lewis Hamilton se queda atrás
El heptacampeón quedó fuera del podio con una cuarta posición y frustrado por los daños recibidos en el suelo su monoplaza, consecuencia de varios golpes contra los pianos y las famosas bananas disuasorias.
Con el inglés completamente mermado en carrera, Mercedes tomó una decisión más para poner en evidencia su confianza en Bottas, le ordenaron que no adelantara a Hamilton a pesar de que el finlandés iba mucho más rápido que su compañero. No tardaron mucho en revocar esta decisión porque la imagen empezaba a rozar lo grotesco. Bottas subió al podio más serio que nunca, quizás porque ya sabe que su futuro no es seguir en la escudería alemana.
Hamilton y Mercedes salen más perdidos que nunca de este triplete de carreras, han cedido mucho terreno a Red Bull y cada semana las dudas son más numerosas. Una situación de crisis a la que no se han enfrentado en esta era híbrida, nunca en 7 años su piloto estrella se ha tenido que plantear una remontada de tantos puntos para lograr el título. A pesar de la renovación de Hamilton con Mercedes, se ha visto muy poca alegría este fin de semana en su box.
Sus esperanzas pasan por el próximo Gran Premio en Silverstone, un lugar predilecto para Mercedes y el circuito talismán de Hamilton. Lewis necesita ganar en su casa más que nunca porque otra derrota allí sería un golpe muy duro de encajar.
La paciencia de Carlos Sainz
Para correr este Gran Premio de Austria, en el box del 55 se eligió una estrategia poco atractiva a primera vista, salir con los neumáticos duros, unas gomas más lentas que las del resto de la parrilla, mantenerlas con vida lo máximo posible, soportar los adelantamientos del resto de coches con neumáticos más veloces, no caer en la falsa sensación de que no estás haciendo nada durante 40 vueltas salvo perder posiciones y todo esto para tener neumáticos medios, más frescos al final y poder adelantar a todo bicho viviente.
Este ejercicio (poco sencillo) de paciencia es el que realizó Carlos Sainz a la perfección. Una remontada que le llevó del décimo al quinto. Fue el último en realizar su parada, en la vuelta 49 (de 71), le pusieron medios, encima ya usados, pero aún así pudo divertirse y aprovechar el tramo final para adelantar a Tsunoda, Leclerc y Ricciardo. La guinda llegó con las dos sanciones a Pérez que dieron al piloto de Ferrari el quinto puesto.
El madrileño lleva dos carreras consecutivas sacando el máximo potencial del coche y cada Gran Premio se parece más al mejor Sainz de McLaren.
Fernando Alonso, un punto que no le apacigua
Tras una carrera muy luchada saliendo el 14º por la faena del sábado con Vettel, Fernando Alonso terminó en un merecido 10º puesto que da el último punto disponible. Además, el asturiano nos dejó una bonita (y dura) batalla con George Russell en las vueltas finales, vimos el duelo entre una leyenda y una gran promesa, unas imágenes que vamos a recordar como una de las mejores de la temporada, con motivo Russell parece más cerca de convertirse en piloto Mercedes.
Pero volviendo a Fernando, el haber sumado un punto después de todos los inconvenientes no le ha quitado el mosqueo. No se cortó al denunciar que en la salida, Ricciardo y Leclerc aprovecharon el exterior de la pista para superarle y lamentó que dirección de carrera no tuviera un criterio más riguroso. Fernando toma nota y deja claro que la próxima vez no quedará como el bueno de la clase.
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