El GP de España de Fórmula 1, celebrado en Barcelona y correspondienta a la sexta cita del calendario, no dejó indiferente a nadie. Desde un George Russell que se mostró combativo, a la temprana decisión de Lewis Hamilton que refleja su falta de ambición, pasando por la remontada de Fernando Alonso o la mala suerte de Charles Leclerc.
Es en este último caso en el que la mala suerte se cebó con una mayor maldad. El piloto monegasco, líder del Mundial y con el objetivo de aumentar la diferencia de puntos con respecto a Max Verstappen, su principal competidor, navegaba por la primera posición de manera cómoda.
Previamente, tanto su compañero de equipo, Carlos Sainz, como el propio Verstappen, tuvieron dos salidas de pista, por lo que Leclerc consiguió distanciarse en el liderato de la carrera y el domingo pintaba de color de rosa para uno de los candidatos a hacerse con el título de campeón.
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Tras la excursión por la grava del piloto de Red Bull, George Russell se asentó en la segunda posición. Por si fuera poco, el DRS no funcionaba de una manera fiable para Verstappen, lo cual dificultaba un adelantamiento que todo el mundo daba por hecho debido a la gran diferencia entre ambos monoplazas.
Pasaban las vueltas y el actual campeón no lograba adelantar a un Russell que se hacía cada vez más grande para tratar de ponerle al neerlandés lo más difícil posibles las cosas. De todo ello se beneficiaba, además, un Leclerc que en cada giro obtenía una distancia mayor.
Cuando se daba por hecho la victoria, aplastante, del piloto monegasco en el GP de España de Fórmula 1, su coche dijo basta. En la vuelta 27, el monoplaza rojo de Leclerc comenzó a perder energía y, tras alcanzar los boxes a duras penas, Leclerc se vio obligado a abandonar.
La radio del joven piloto de Ferrari no dejó lugar a ningún tipo de dudas. Leclerc ya se veía a sí mismo ganador de una carrera que lo mantendría, una semana más, al frente de la clasificación de pilotos del Mundial de Fórmula 1. Nada más lejos de la realidad.
Por si fuera poco, Max Verstappen acabó haciéndose con la victoria en Montmeló y, por tanto, conquistó el primer puesto en la clasificación, superando al monegasco y provocando el primer cambio de líder desde que arrancó la presente edición del campeonato del mundo.