El GP de Azerbaiyán de Fórmula 1 no dejó indiferente a nadie. Red Bull se consagró y volvió a dar un paso adelante con respecto a Ferrari, que con el doble abandono de Carlos Sainz y Charles Leclerc por problemas de fiabilidad le otorgó una ventaja mayor a la escudería austríaca.
Y es que tanto Max Verstappen como Checo Pérez finalizaron en las dos primeras posiciones y, con ello, ahora son los pilotos de Red Bull los dos primeros clasificados en el Mundial de pilotos, además de tener a su propio equipo líder en el campeonato de constructores.
Mercedes, y en concreto George Russell, se aprovechó de la debacle ferrarista para subir al podio en Bakú y terminar, de nuevo, por delante de un Lewis Hamilton que, a pesar de finalizar en la cuarta posición, no pudo celebrarlo debido al fuerte dolor de espalda causado por un porpoising salvaje en su monoplaza.
Algo más satisfecho acabó Fernando Alonso, que obtuvo un meritorio séptimo puesto tras salir en la décima posición. El piloto asturiano, al igual que en Mercedes, aprovechó tanto el doble abandono de Ferrari como el problema de Yuki Tsunoda para ganar tres posiciones y obtener un buen botín de puntos.
Sin embargo, no fue todo tan idílico como parece para el bicampeón del mundo. En la vuelta 33, un Virtual Safety Car causado por Kevin Magnussen por problemas en su unidad de potencia, llevó al de Alpine a tener una pequeña discrepancia con su ingeniero.
Cuando desde el muro notificaron al asturiano que había VSC sobre la pista, acto seguido el equipo le anunció que se quedara en pista, lo cual provocó la reacción inmediata de su piloto, que no pensaba igual.
"¡Ay, no, por favor! Creo que no llegaré al final siguiendo el Plan A", espetó Fernando Alonso. En ese momento, los ingenieros comenzaron a mirar los datos y, tras comprobar la telemetría, volvieron a insistir en la estrategia planteada desde el inicio.
"Voy por la curva 20", avisó el piloto para que el equipo no se demorara en una decisión final.
"Quédate fuera, quédate fuera. Las ruedas están bien, la gestión también... No hay razones para pensar que no llegaremos al final. Ricciardo y Bottas (que pararon) no tenían muy buen ritmo al principio, pero luego empezaron a ir más rápido", detallaron desde el muro.
Las explicaciones, aunque no convencieron al 100% al bicampeón del mundo, sirvieron para aguantar a Fernando Alonso fuera de la pista, aunque el asturiano volvió a mostrar su propio punto de vista.
"Sí, pero tienen un coche completamente diferente. Te lo dije. Esperemos que tengas razón", concluyó el de Alpine.
Checo Pérez y una llamada tardía en su estrategia con Red Bull
En la cabeza de la carrera, y en el primer Virtual Safety Car, provocado por el fallo en el monoplaza de Carlos Sainz en la vuelta nueve del GP de Azerbaiyán, Checo Pérez también tuvo un llamativo momento relativo a su estrategia en Red Bull.
La misión de su compañero de equipo y vigente campeón del mundo, Max Verstappen, era hacer justamente lo contrario a lo que hiciera Charles Leclerc. Sin embargo, Checo Pérez no tenía esa posibilidad, puesto que era líder, justo por delante del monegasco.
Por este motivo, y a pesar de que en Red Bull tomaron la determinación de que parara en boxes, el mensaje llegó tarde. El mexicano se encontraba justo a la altura de la entrada al pit lane cuando recibió el aviso de su equipo.
"Sí, pero me he pasado la entrada", explicó el piloto, que se mantuvo en pista. Leclerc sí entró, por lo que Verstappen tampoco hizo su parada y, en ese momento, los dos Red Bull comenzaron a liderar.
Quién sabe, sin embargo, qué habría sucedido si Checo Pérez, que posteriormente le tuvo que dejar su sitio a su compañero de equipo por la degradación de sus neumáticos, hubiese cambiado sus blandos en el VSC de Carlos Sainz.