El GP de Países Bajos de Fórmula 1 dejó una de las imágenes más curiosas de todo el campeonato del mundo de automovilismo. En Zandvoort, durante la prueba de Fórmula 2, una paloma se permitió un tranquilo y relajado paseo rodeada de monoplazas que circulaban a alta velocidad por el trazado neerlandés.
La historia tuvo un final feliz. La paloma no se vio perjudicada en ningún momento y los pilotos tuvieron la pericia necesaria como para esquivar al ave, ajena al peligro que entrañaba la situación en la que se encontraba y el momento en el que se estaba dando el paseo.
Se trata, sin duda, de una muestra más de la habilidad de los pilotos en la segunda categoría del campeonato del mundo de automovilismo. Las altas velocidades no fueron ninguna excusa para atropellar a un animal que, por otra parte, era de difícil visión.
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El reducido tamaño de la paloma, unido al color del asfalto, la velocidad a la que pilotaban los monoplazas y la concentración que exige ponerse a mandos de un coche de estas características podrían haber puesto en serio riesgo la vida del animal.
"Una paloma suicida". "¡Qué chulería!", "viva de milagro", fueron algunos de los comentarios que se vertieron durante la retransmisión de la prueba del GP de Países Bajos de F2 en DAZN.
El peligro de los animales en carreras de F1
La situación vivida en Zandvoort 2022 no es la primera que sucede con animales que ponen en peligro su vida durante una prueba del Mundial de Fórmula 1 en uno de los muchos trazados en los que el campeonato del mundo de automovilismo.
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En el presente 2022, concretamente en el GP de Canadá de Fórmula 1, celebrado en Montreal, Carlos Sainz se vio obligado a esquivar a una marmota que se cruzó en la pista, teniendo que sacar a relucir el madrileño toda su experiencia para no sufrir un accidente.
Anteriormente, en 2021, fue Nicholas Latifi quien, en el GP de Italia en Monza, tuvo que reaccionar rápidamente al paso de un conejo que, en la pista, estuvo a punto de provocar serios daños en el Williams del piloto canadiense.