El desenlace del título de campeón del mundo de Moto3, que se acabó adjudicando Pedro Acosta en el GP del Algarve, fue espectacular. Tras una carrera reñida desde el comienzo, en el que el piloto murciano se vio obligado a remontar más de una decena de posiciones al salir desde la 14ª posición, el de KTM consiguió hacerse con la primera plaza.
A Dennis Foggia, gran rival de Acosta por el título, le robaron la oportunidad de revalidar el liderato de la carrera porque lo tiraron. Darryn Binder se pasó de frenada y golpeó, por detrás, con la moto del italiano, que se fue al suelo. En ese momento, Pedro Acosta ya era campeón del mundo.
Al cruzar la línea de meta expresó toda la rabia sobre la moto. Se golpeó el pecho en repetidas ocasiones y se mostró tremendamente emocionado tras su primera temporada en la categoría, que ha dominado de principio a fin y que ha conseguido coronar con el cetro de campeón.
Lo mejor de su celebración llegaría al bajarse de la moto. Tras entregarle su equipo el peto conmemorativo de campeón de Moto3 de 2021, el piloto murciano fue saludado por el resto de pilotos, que pasaban por allí, antes de regalar un momento mágico.
A Pedro Acosta, que proviene de una familia de pescadores, le entregaron una caña de carrete. Al comenzar a recoger fue apareciendo, tras la barrera un pequeño baúl. El equipo le animaba a tirar del baúl, que se deslizaba sobre la grava del trazado portugués.
Cuando llegó a la posición del pequeño obsequio, abrió el baúl y ahí estaba: el casco conmemorativo de campeón del mundo de la categoría. Dorado y negro, la emoción de Pedro Acosta salió a relucir cuando lo vio. Un momento sensacional para un piloto de leyenda. A sus 17 años, el 'Tiburón de Mazarrón' ya ha deslumbrado a todo el mundo.