Pedro Acosta volvió a demostrar que, a pesar de ser solo un "rookie" de 16 años, está madurando de forma acelerada en el Mundial de Moto3. En Le Mans le tocó ponerse el mono de trabajo, sobreponerse a la adversidad después de sufrir una caída y mantener la cabeza fría para lograr terminar en los puntos, distanciándose del resto de rivales en la lucha por el Mundial.
"Me ha molestado la caída, no sé por qué me he caído. Solo quedaba seguir. Más que por los puntos, ha sido por el equipo. Llevan tres días trabajando durísimo y creo que es como una forma de agradecérselo", explicó Acosta en declaraciones exclusivas a DAZN .
"Creo que va a ser bueno, hemos cometido un error pero lo hemos solventado bastante bien y la gente que estaba cerca también ha cometido errores. Nos vamos con un poco más de distancia. Será importante el doblete de Mugello y Montmeló".
"En mi equipo me han dicho que a Le Mans no se puede venir a ganar, hay que pasarlo como se pueda. Quiero darles las gracias, no ha sido un fin de semana fácil tras quedarnos en la Q1 [en la clasificación del sábado]. Y también va para mi asistente Paco y para toda mi familia".
Más líder de Moto3
Salía 21º. Se puso 6º en apenas unas curvas. La pista, húmeda, no estaba en las mejores condiciones... y se fue al suelo en la curva 3, donde más caídas hemos visto durante el fin de semana. Pero Pedro Acosta tiene una costumbre que recuerda al Marc Márquez más épico: no suelta la moto. Eso le ha servido para levantarse y acabar 8º, ampliando su ventaja en el campeonato del mundo.
Es la primera carrera del mundial de Moto3 en la que Acosta no termina en el podio, pero eso solo servía para los libros de récords. Lo importante del día de hoy era terminar la carrera, sumar kilómetros en agua y acercarse, más, a un objetivo que parece cada día más real: hacerse con el título mundial.
La remontada de Pedro Acosta en su primera carrera en agua en Moto3
Antes de arrancar la carrera, Acosta ya sabía que tendría que remontar. La clasificación, en una pista que no estaba ni seca ni mojada, fue difícil, y solo pudo colocarse 21º en la parrilla de salida. No fue un obstáculo para remontar 15 puestos en las primeras curvas, algo que acabó pagando caro. Intentar ir más rápido de la cuenta cuando la pista está tan delicada le llevó a caerse.
“Me ha molestado la caída”, reconocía el murciano después de la carrera. “Pero solo quedaba seguir”. Con ese espíritu, después de caerse cuatro veces en el fin de semana, solo tuvo que repetir lo mismo que ya había hecho durante todo el Gran Premio: seguir aprendiendo y sumando lecciones.
Apenas había rodado en agua, solo había completado una carrera en toda su vida, en la Red Bull Rookies Cup . No conocía los límites de la Moto3 en esas condiciones... Pero ya los conoce. Después de caerse, descendió hasta la 23ª plaza, y se lo tomó con mucha más calma. Piloto a piloto, curva a curva, fue adelantando hasta terminar octavo.
A falta de siete vueltas ya le mostraron en la pizarra “P8 OK”. Su equipo, como hará él cuando reflexione sobre la carrera, daba por bueno un resultado que le hace aún más líder de la categoría: llegó a Le Mans con 51 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado. Vuelve a Mazarrón con 54. No ha ganado, no ha engordado los récords, pero ha hecho una carrera de las que ganan campeonatos.