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MotoGP

Pedro Acosta y sus sorprendentes inicios en el motociclismo: “Era muy malo y le daba miedo, me daba hasta pena"

Pedro Acosta y sus sorprendentes inicios en el motociclismo: “Era muy malo y le daba miedo, me daba hasta pena"Getty
“Talento tenía muy poco, era muy malo, de pequeño era muy malo, a mí me daba hasta pena”, relata Paco Mármol, entrenador y mano derecha de un Pedro Acosta cuyo idilio con el motociclismo empezó mucho después de subirse a una moto por primera vez

“A mí antes las motos no me gustaban. Yo era muy malo”. Pedro Acosta habla muy sinceramente de sus inicios, cuando ir en moto le costaba mucho más que ahora.

Pero, afortunadamente, no todo acaba como empieza. Su historia con las motos dio un giro de 360 grados que ha acabado llevando a Acosta hasta el Campeonato del Mundo de MotoGP  y a ser campeón del mundo de Moto3.

El documental original de DAZN “Pedro Acosta: Nadie te enseña a ganar” repasa la trayectoria de un piloto que empezó casi por inercia, pero no se enamoró del motociclismo de manera inmediata, ni mucho menos.

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“Pedro era muy trasto y muy quejica, lloraba por todo y no le gustaban nada, nada, nada las motos”, explica Mercedes Sánchez, madre de Pedro.

Echando la vista atrás a los orígenes, recuerda el momento en el que todo empezó: “Fuimos con su padre, a llevarle unas ruedas, y Pedro estaba llorando todo el día. Había unos zagales en moto y les dije ‘alquílale una hora la moto para que me deje tranquila’”.

Y ahí todo cambió. Pedro Acosta padre fue el que le compró su primera moto: “Le compré la moto, me presenté en casa con ella, y mi mujer decía ‘para qué le has comprado esto al chiquillo, es una locura’”.

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En aquel momento, el joven solo tenía cuatro años y medio o cinco. “Estuvimos tres o cuatro meses con la moto, hasta que la partió. A raíz de eso estuvimos un tiempo parados”, añade. Pero el circuito no desapareció de las vidas de los Acosta, hasta que un día, Pedro acabó subido en una moto de nuevo.

El día en que Mercedes y Pedro Acosta hijo fueron a llevarle unas ruedas a su padre, acabó apuntado para entrenar. “Me dijo Paco que le apuntase un par de semanas, y, si no le gustaba, que no gastase dinero porque tenía que comprar un mono y una moto. Estuvimos las dos semanas, y hasta ahora”.

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“Le daba miedo, era un ‘cagao’”

Paco Mármol, entrenador de Acosta y de muchos otros jóvenes pilotos en su propia escuela ‘Pakosta’, asegura que tuvieron que engañar al que ahora es piloto del Red Bull KTM Ajo para subirle a una moto. “Él estaba en la valla mirando, su padre quería montarlo, y le daba miedo, porque era un ‘cagao’. Fue cuestión de meterle un poco el engaño”.

“Luego empezó a gustarme, me encontré más suelto, me lo pasaba bien... Y cuando te lo pasas bien, todo viene solo. Ahora es lo único que hago”, reconoce Pedro.

Es, precisamente, Paco Mármol el que ahora acompaña al ‘37’ a todas las carreras del Mundial. “Es de las pocas personas que me dice las cosas como son, es importante tener gente así. Porque para que vengan y te digan qué bien lo has hecho hay mucha gente”, asegura Acosta sobre su mano derecha.

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“Paco vio algo que los demás no veíamos. Yo le dije ‘bueno, pues ahí lo tienes, tú verás lo que has visto, yo te lo traigo como una clase extraescolar, pero no quiero saber nada’”, relata Mercedes, quien nunca ha sido una gran aficionada de las dos ruedas.

Mármol recuerda que “había algo que me gustaba de él, pero no técnico encima de la moto”. De hecho, el entrenador comenta entre risas que no era el piloto más talentoso: “Talento, la verdad, en aquella época tenía muy poco. Era muy malo, de pequeño era muy malo, a mí me daba hasta pena. Yo creo que le cogí tanto cariño por pena”.

A pesar de un inicio complicado en el mundo de las motos, el paso del tiempo ha convertido el miedo de Pedro Acosta en el talento que Paco no veía pero en el que confió. Y ahora, el mundo entero disfruta de ese talento.